viernes, 30 de abril de 2010

La importancia del perejil

Las noticias en los medios




Ahora resulta que lo importante es el perejil. No el “perejil” según el término que se emplea en la jerga policial para definir al pobre tipo al que le endilgaron algún delito sino el verdadero perejil -el Petroselinum crispum- uno de los condimentos más comunes en toda casa argentina.

Y la importancia de este tema se dio el mismo día viernes. El precio del kilo de perejil alcanzó los treinta pesos, según un informe periodístico de Canal 13 y la señal de cable Todo Noticias, los dos canales que pertencen a Artear, empresa del grupo Clarín.

Según estos dos medios, una de las noticias del día era esa, la del precio del perejil. La nota en cuestión también fue reproducida en el sitio web de TN (http://www.tn.com.ar/) bajo el título “El perejilazo”, con una volanta que decía: Claves inflación / perejil.

En la nota se afirmaba que “condimentar las comidas con perejil era antes muy barato, pero hoy, es todo un lujo. En el último año, la hierba se encareció un 875 por ciento y el kilo llegó a los 30 pesos”.

Buscando una explicación a este precio se sostenía que “los productores atribuyeron esta suba a la inflación y a la escasa producción de la hierba. En tanto, según algunos verduleros, la hierba aumentó porque los dueños de las huertas de los alrededores de Buenos Aires estaban desesperados por cubrir sus costos”.

Para quienes estamos diariamente en los temas que tienen que ver con los medios de información o comunicación (como se los prefiera denominar), que miramos con un poco más de detalle el tratamiento de las noticias, analizando el contenido y sobre todo la intencionalidad de las informaciones, una noticia como esta, de la suba del precio del perejil, no deja de llamarnos poderosamente la atención hasta hacernos caer al borde del desconcierto.

En mi caso particular, que me levanto temprano y antes de salir a la calle escucho, miro o leo las noticias que -según los medios- reflejan nuestra realidad, encontrarme con que una de las noticias importantes del día es la suba del perejil, me hace pensar en dos cosas: o a los productores periodísticos del grupo Artear (Canal 13, TN, etc) les agarró un ataque sorpresivo de creatividad sobre las noticias que afectan nuestra realidad cotidiana, o simplemente no hay noticias.

Entiéndaseme bien. Supongo que a doña Rosa (como decía un viejo periodista ya desaparecido) le afectará –más psicológica que realmente- que su verdulero le cobre el atado de perejil uno o dos pesos; pero de ahí a transformarlo en una noticia importante del día y hacer un análisis sobre que se encareció un 875 por ciento el kilo de perejil, hay un trecho bastante importante, ¿o no?

Pero sigamos en el análisis de la suba del perejil; la noticia finalizaba en un marco de credibilidad diciendo que “lo cierto es que hasta hace tres años, en muchas verdulerías, al perejil lo regalaban. Los verduleros pagaban 5 pesos el cajón de 10 kilos y, como era tan barato, lo daban a sus clientes como gentileza por cada compra. Hoy, la realidad es otra y el precio más económico del mercado no baja de los 10 pesos por kilo”.

Hoy la realidad es otra -decía la nota- y en el análisis de los contenidos de los medios y de las informaciones que se dan –como esta del perejil-, uno puede descubrir cual es la visión de la realidad que, subjetivamente, disfrazada de objetiva brindan absolutamente todos los medios. Porque si hay algo en lo que no creo es en la objetividad, ni de los periodistas ni de los medios de información.

Todos los días, los medios tratan, con las noticias, de armar y armarnos la realidad en la cual estamos inmersos. ¿Pero es esa la realidad? ¿Es la mismísima realidad la que nos muestran los medios? En este sentido tengo mi opinión formada de que la realidad no es la que arma o muestran los medios. No pretendo que se coincida con mi visión, solo pongo a consideración mi pensamiento. A mi entender no existe una sola realidad y mucho menos creo que la realidad se limite a la que muestran los medios de comunicación. Sostengo que existen muchas realidades; que la gente, el ciudadano común tiene su propia realidad o por lo menos siente o ve la realidad desde su propia experiencia de vida que puede o no estar reflejada en los medios.

Esto no es un tema menor porque la fuerza que tienen los medios hoy día hace que posean o ejerzan influencia en las personas. Por eso, amigo lector, no crea todo lo que ve o todo lo que le dicen, ni siquiera lo que está leyendo ahora, ejerza su espíritu crítico, vea un poco más allá de lo que mira y piense que toda información tiene detrás una intencionalidad.

Mientras tanto, yo tengo que pasar por la verdulería porque mi esposa me encargó unas cosas y me dijo que le pidiera al verdulero un atado de perejil porque esta noche comemos milanesas en casa, y la verdad que es para festejar, al precio que está la carne.
¡Ah!, otra cosita…a mí el perejil hace rato que me lo cobran, pero no creo que eso sea una noticia importante, ¿o sí?

Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay y en EL DIARIO de Gualeguay, el 25 de abril de 2010.





El silencio del campo


Los reclamos ruralistas entraron en un impasse, ¿qué cosas cambiaron?


El sector ruralista parece haber entrado en un impasse sobre los reclamos hechos durante el 2008 y 2009 al gobierno kirchnerista. ¿Qué cosas han cambiado desde aquella noche en que el vicepresidente Julio Cobos dio su voto “no positivo” a la Resolución 125 sobre las retenciones móviles a las exportaciones?


En principio se puede llegar a pensar que nada ha cambiado, pero en realidad sí cambiaron. La economía no está mejor ahora que en aquel momento, cuando se debatía fuertemente la Resolución 125 y más de medio país se movilizaba, levantando las banderas del federalismo y defendiendo los principios del sector agro-ganadero. ¿Qué pasó entonces?


El 25 de mayo de 2008 en un acto que reunió a 300 mil personas en el Monumento a la Bandera en Rosario, el sector agropecuario apoyado por la gente común, con banderas en las manos, festejaba y aplaudía los discursos de los principales exponentes de las distintas agrupaciones del campo.


Al día siguiente, el diario de mayor tirada del país titulaba: “Ante una multitud en Rosario, el campo tuvo duras críticas contra el Gobierno”.


En ese acto, Alfredo De Angeli, emblema de la dura lucha en los cortes de ruta en Gualeguaychú pedía “una política distinta para los pueblos del interior” y anunciaba: “Señora Presidenta, el campo está revelado, no vamos a aflojar, la lucha sigue”.


En ese mismo acto, Eduardo Buzzi le hacía un guiño a la multitud antes de empezar su discurso y afirmaba: “Esto no es un acto más, estamos acá para escribir parte de la historia nacional” y entusiasmado en pleno discurso sostenía que “el gobierno de los Kirchner es un obstáculo para el crecimiento del país”.


A mil kilómetros de allí, ese mismo día en Salta, en una ciudad embanderada de azul y blanco, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner enviaba un mensaje conciliador. Al encabezar el acto por los 198 años de la Revolución de Mayo, convocaba a todos, incluyendo “productores, a sumarse a la gesta del Bicentenario para reconstruir el país”.


Lo que cabe preguntarse, a dos años de estos hechos y cuando ha llegado el año del Bicentenario, es qué cosas cambiaron en la economía del país, qué diferencias existen entre aquellos reclamos ruralistas y la situación que se vive hoy día.


¿Y por qué nos preguntamos esto? Simplemente porque encontrar las respuestas a esas preguntas hace a la legitimación de los reclamos que hacía el sector agro-ganadero en aquel momento. Si las condiciones no han cambiado o han cambiado para peor, si en nuestro país se siguen cerrando tambos y la producción lechera es cada vez menor, si el stock ganadero sigue disminuyendo y se corre el riesgo de terminar importando carne, si las retenciones siguen en los mismos niveles; ¿en qué quedaron los reclamos de la Mesa de Enlace?


Si comparamos algunos aspectos de la economía de hace dos años con la actual, que le toca vivir al común de la gente, a esas personas que no pertenecían al campo pero que apoyaron los reclamos porque los creían legítimos, podremos apreciar cambios considerables, cambios que afectan la economía de cualquier hogar del país.


La situación de la economía no es mejor hoy que hace dos años durante el pleno conflicto con el campo. La inflación ha ido erosionando los flacos bolsillos de los asalariados y los gremios no han cesado en sus reclamos por aumentos salariales en vista de este presente económico.


¿Y el campo?
Esta semana en la localidad de Bragado, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, participó de una asamblea con productores agropecuarios organizada por la filial de la entidad ruralista en esa ciudad de la provincia de Buenos Aires.


“El 35 por ciento de retenciones para todos por igual y sin segmentar entre pequeños y medianos productores y los pooles de siembra, es confiscatorio para los productores, dijo Buzzi, y el Gobierno lo utiliza para pagar la deuda externa en vez de la interna”, sentenció el dirigente con idéntico discurso al de hace dos años.


“Continúa el proceso de concentración, y a pesar de la buena cosecha del presente año, a muchos productores no les cierran los números. Nuevamente son viables sólo aquellos esquemas de gran escala”, afirmó Buzzi.


¿Y entonces? Si nada ha cambiado, si todo sigue por el mismo camino, ¿a qué se debe tanto silencio?


El dirigente Alfredo De Angeli estuvo este jueves por la noche en el programa “4to.Día” que se emite por la señal de cable Canal 26. Consultado sobre que el tema del campo ya no está en la agenda de la oposición, De Angeli afirmó que “Sí, es cierto, ya no se habla más de retenciones ni de un plan agrícola ganadero productivo. Están enfrascados en la discusión del uso de las reservas del Banco Central. De nosotros no se habla más”.


Sobre si los ruralistas se sienten defraudados al haber sido bandera de la oposición, el dirigente de la Federación Agraria dijo que “yo la verdad que hasta ahora no quiero decir sentirme defraudado. Yo le decía a los muchachos del campo que hay que declarar el estado de alerta y movilización. Vamos a tener que levantar la cosecha de mayo…”


- Qué es récord…, interrumpió un periodista.


“Sí, es récord pero que quede claro que no es por el gobierno, aclaró De Angeli, el sector apuntó ahí y dijo no queda otra y le dio para adelante. Está timbeando, lo único que les queda es eso. Lo juegan y les sale bien. Pero los precios internacionales se cayeron. La tonelada de soja está entre 800 y 820 pesos, vos fijate que el 2008 estaba 1200 y estamos ante un atraso cambiario. Que el gobierno tendría que reveerlo. Estamos peor que en la covertibilidad”.


Es curioso escuchar hablar a De Angeli de “atraso cambiario” cuando otros países limítrofes como Brasil ha logrado valorizar su moneda en desmedro del dólar. Uruguay revalorizó el peso uruguayo; cuando hace dos años el dólar costaba en el vecino país $ 24 pesos, hoy cuesta $19,60. Por el contrario, el dólar en nuestro país pasó de $3,10 a 3,90, y sin lugar a dudas, devaluarlo aún más, como pide De Angeli, traería serios inconvenientes en la economía interna.


Finalmente, el dirigente ruralista dejó latente la posibilidad de que renazca dentro de un tiempo algún tipo de protesta del sector, cuando en una muestra de honestidad brutal expresó: “Los cortes creo que no y los paros por ahora no vuelven porque se está levantando la cosecha y el tiempo además nos está favoreciendo. Pero tememos que venga un temporal y perdamos todo, por eso le dije a la gente de la producción que levantemos la cosecha y luego de asegurarnos vamos al paro”.


Hablando con un amigo, ligado de alguna manera al sector agropecuario, me dijo: “viste como es esto, primero se van a asegurar la cosecha, que los pesitos queden en casa, después cuando ya no tengan nada que hacer, si tienen ganas, van a salir a protestar”.


No sé si tendrá razón mi amigo, pero debo confesar que me dejó pensando si la otrora protesta ruralista tenía como sustento un verdadero federalismo, reclamando el mejoramiento de las economías regionales y la imperiosa necesidad de salvaguardar nuestra tradicional economía agro-ganadera por el bien de la patria, o solamente se trataba de una lucha de intereses propios de un sector importante de la economía de nuestro país.


Quizá, esta disyuntiva solo la termine dirimiendo el tiempo.

Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay y en EL DIARIO de Gualeguay, el 11 de abril de 2010.

Perla Suez: una bordadora de palabras


Nació en Córdoba pero pasó su infancia y adolescencia en Basavilbaso





“Una escritura transparente, recorrida por la inteligencia y la emoción…Una narradora sumamente singular, capaz de una escritura tan minuciosa como potente”. Así define Griselda Gambaro a Perla Suez en la contratapa de “La Pasajera” (Editorial Norma), la última novela de la escritora nacida en Córdoba, el 28 de noviembre de 1947, pero que pasó su infancia en Entre Ríos.


“Mis abuelos paternos vinieron de Rusia con la corriente inmigratoria del Barón Hirsch y se erradicaron en Ingeniero Sajarov, muy cerca de Villa Domínguez, en Entre Ríos. Quiero aclarar que firmo como Perla Suez, pero mi apellido de soltera es Yagupsky. La familia de mi madre es cordobesa. Aunque nací en Córdoba pasé mis primeros quince años de vida en Basavilbaso. Mi padre médico y mi madre ama de casa, eran grandes lectores; de niña me apropié de su biblioteca. Ellos me enseñaron a pensar y me acercaron a la mejor literatura. Tengo un hermano, con quien nos intercambiábamos los libros, así que leía con avidez, entre otros, El conde de Montecristo de Alejandro Dumas, y pasaba de Alicia en el país de las maravillas a El tigre de la Malasia de Emilio Salgari”.



-¿Qué recuerdos tenés de tu infancia en Basavilbaso?
- Tengo el mejor de los recuerdos de esos días: los amigos, la escuela, las maestras, los trenes, la estación y la gente que pasaba hacia el norte, rumbo a Posadas, y hacia el sur, rumbo a Buenos Aires.



Perla Suez publicó en 2001 “Letargo”, una novela que fue finalista del Premio Mundial de Literatura Rómulo Gallegos. Esta novela fue traducida al inglés y al italiano, logrando un notable interés de la crítica literaria. Ese mismo año publicó “El arresto” y en 2004 “Complot”. La editorial Norma editó en febrero de 2006 estas tres novelas en un solo volumen como “Trilogía de Entre Ríos”, recibiendo varios premios internacionales. The University of New México Press de Estados Unidos la publicó en inglés como The Entre Ríos Trilogy y ha sido traducida al italiano, al alemán y al francés.


Perla Suez es autora de numerosos libros dedicados a los jóvenes y a los niños. Arciboldo, Los tres pajaritos, Un golpe de buena suerte, Dimitri en la tormenta, El árbol de los flecos, El viaje de un cuis muy gris, El señor de los globos, ¡Blum!, El vuelo del barrilete, Memoria de Vladimir, son algunos de ellos.


La obra de esta escritora ha recibido numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales. “Los premios, así como otras formas de reconocimiento, me estimulan para seguir trabajando, sostiene Suez. En general, aconsejo a los escritores que están comenzando a escribir que se presenten a los concursos, porque creo que es un modo muy apropiado para poder acceder al reconocimiento”.


- ¿Cómo ha influido en tu literatura el haber vivido en Entre Ríos?
- La memoria de lo que mis ojos vieron de niña ha sido decisorio, hasta ahora, en mis novelas, tanto en los libros para niños como los para adultos. La Trilogía de Entre Ríos, editada por Norma en Buenos Aires, compuesta por tres novelas cortas Letargo, El Arresto y Complot, así como La Pasajera, editada también por Norma en el año 2008, están marcadas por esos recuerdos insoslayables. Memorias de Vladimir, Dimitri en la tormenta y Los tres pajaritos, entre otros libros para niños y jóvenes, tienen que ver con lo que yo escuché sobre los inmigrantes judíos que escaparon de la Rusia zarista buscando una vida diferente en esta tierra.



Suez estudió en la Universidad de Córdoba la Licenciatura y el profesorado en Letras Modernas, y fue becaria del gobierno de Francia, país en el que vivió durante la última dictadura militar de nuestro país. “En ese período nefasto de la Argentina, tuve la suerte de ganarme una beca del gobierno francés para trabajar en París de la mano de un gran maestro, Marc Soriano, con quien me formé en este campo. Esta experiencia me permitió, cuando regresé, seguir trabajando fuertemente en torno a la literatura”.



En 1997 ganó la Beca del Gobierno de Canadá como escritora. “Ese mismo año murieron mis padres y entonces empecé a sentir cuán poderosa es la memoria, la herencia invalorable que ellos me dejaron: las historias del Talmud, de la Cábala y los relatos de sus propias vidas. Desde entonces cuando escribo no hago otra cosa que recordar”.



“Suez maneja las palabras como una bordadora, -escribió Margara Averbach hace unos años en el diario Clarín- combinando los colores opuestos de la emoción a flor de piel por un lado y la exactitud minuciosa del arte por otro”.



- En tus novelas existe un estilo muy particular de escribir. Me refiero a esa “economía” de palabras, nada sobra; es una mezcla de “pintura” de situaciones. ¿Es algo natural o te lo proponés?
- Reconozco un estilo propio de escritura, pero éste no es algo natural, ya configurado; por el contrario, se va haciendo con la vida, como el oficio de escritor que se va haciendo con el trabajo. No hay en mi estilo una intención; es un ritmo interior que va marcando mi labor el que ha decidido, hasta ahora, que yo escriba de este modo.



- Qué escritores o libros, creés que te han influenciado…
- Son muchos y temo ser injusta al nombrarlos. Ya en la adolescencia me trepaba a la biblioteca de mis padres y me apoderé de libros de literatura, entre los cuales quiero destacar “El desierto de los tártaros” de Dino Buzzatti, “Moby Dick” de Herman Melville, “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad, “La muralla china” de Franz Kafka, “Memorias de Adriano” de Marguerite Yourcenar. Más aquí en el tiempo, las novelas de Virginia Woolf “Orlando” y “Miss Daloway”, los cuentos de Flannery O’Connor, Katherine Mansfield y William Faulkner.



Suez afirma que “la ficción fortalece mi existencia. La memoria, la búsqueda de mis orígenes, la tolerancia, el respeto por los derechos humanos, han sido mis preocupaciones vitales en estos años y lo siguen siendo”.



La escritora está convencida de que “en un mundo incierto como el que vivimos, donde las palabras han sido desgarradas de su sentido por la violencia y el abuso de la estupidez humana, escribir y leer seguirán siendo los actos que justifiquen mi paso por la vida”.

Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay, Análisis digital y EL DIARIO de Gualeguay, el 4 de abril de 2010.







Roberto Juarroz, un gran poeta de instantes absolutos

Se cumplen 15 años de su fallecimiento



Roberto Juarroz es uno de los poetas argentinos que no ha tenido una difusión acorde con su importante labor en el ámbito de la literatura argentina.


Nació en Coronel Dorrego, en la provincia de Buenos Aires, el 5 de octubre de 1925 y murió el 31 de marzo de 1995. Este martes se cumplen 15 años de su desaparición física.


“Yo me he sentido atraído en primer lugar por los elementos de la naturaleza, contaba el propio Juarroz en un reportaje realizado por Luis Bravo en Montevideo en 1993. Nací en un pueblo al borde del campo. Mi padre era jefe de la estación de ferrocarril y teníamos enfrente el horizonte abierto. En esa pequeña ciudad de Coronel Dorrego me acostumbré desde muy chico a los silencios. Esas noches abiertas en donde se veían las estrellas, la luna nítida, los vientos, el agua, el árbol que para mí es un protagonista de la vida. Comencé mis lecturas muy temprano. Me atrajeron cada vez más y dediqué buena parte de mi vida a eso. Mientras tanto se fue configurando como lenguaje predilecto, o elector (tal vez me eligió a mí), la poesía


El silencio queda entre dos palabras / no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae, / ni tampoco el que estampa la presencia del árbol / cuando se apaga el incendio vespertino del viento.
Así como cada voz tiene un timbre y una altura, / cada silencio tiene un registro y una profundidad. / El silencio de un hombre es distinto del silencio de otro / y no es lo mismo callar un nombre que callar otro nombre.
Existe un alfabeto del silencio, / pero no nos han enseñado a deletrearlo. / Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable, / tal vez más que el lector.


En la Universidad de Buenos Aires (UBA) estudió Filosofía y Letras y gracias a una beca otorgada por esa casa de estudios, viajó a Francia para perfeccionarse en La Sorbona.
Durante muchos años fue director del Departamento de Bibliotecología y Documentación de la UBA donde además ejerció la docencia durante treinta años. También se desempeñó como bibliotecólogo para la UNESCO y la OEA en varios países.


Ejerció el periodismo en la revista Estos Es, entre 1956 y 1958, como crítico cinematográfico y en el diario La Gaceta de Tucumán, entre 1958 y 1963, como crítico literario. Dirigió la revista Poesía = Poesía desde 1958 hasta 1965 y colaboró en numerosas publicaciones argentinas y extranjeras. Además fue traductor de varios libros de poesía extranjera, en especial del poeta y dramaturgo francés Antonin Artaud.


“Leí mucha poesía, de todos los tiempos y en varias lenguas, -afirmaba el poeta- y poco a poco se fue formando ese hecho de vida que es escribir. Hasta que sentí que la poesía era un poco flácida, repetitiva, aún en los grandes poetas, con zonas en las cuales cedía la tensión interior, ese rango de intensidad que para mí tiene siempre el poema. Eso me llevó a concebir una poesía más ceñida, más estricta o rigurosa, en donde cada elemento fuera irremplazable. La inclinación fue la de recoger de las situaciones extremas eso que llevamos escondido en nuestro silencio, lo que barajamos y pocas veces decimos. Para eso necesitaba un tipo de lenguaje diferente que dejara de lado lo que las palabras tienen de ornamento, de euforia. Buscar formas de síntesis poética, que no es síntesis intelectual, en donde confluyeran emoción, sensibilidad, inteligencia”.


Desde junio de 1984 Roberto Juarroz fue miembro de número de la Academia Argentina de Letras y recibió importantes premios y distinciones: el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía y el premio Esteban Echeverría que concede anualmente la Asociación Gente de Letras de Buenos Aires, los dos premios en 1984; el premio de la Bienal Internacional de Poesía en Lieja, Bélgica, en 1992 y ese mismo año el premio Juan Malrieu de Marsella. Su obra ha merecido numerosos estudios críticos y ha sido traducida a varios idiomas.


Según Octavio Paz, “cada poema de Roberto Juarroz es una sorprendente cristalización verbal: el lenguaje reducido a una gota de luz. Un gran poeta de instantes absolutos”.


Buscar una cosa / es siempre encontrar otra. / Así, para hallar algo, hay que buscar lo que no es.
Buscar al pájaro para encontrar a la rosa, / buscar el amor para hallar el exilio, / buscar la nada para descubrir un hombre, / ir hacia atrás para ir hacia delante.
La clave del camino, / más que en sus bifurcaciones, / su sospechoso comienzo / o su dudoso final, / está en el cáustico humor / de su doble sentido. / Siempre se llega, / pero a otra parte.
Todo pasa. / Pero a la inversa.



El poeta italo-argentino Antonio Porchia (1885 - 1968) autor de Voces, que influyó notablemente en la obra de Juarroz, escribió: “Sin misterio, todo sería muy poco, tal vez nada. Y creador del misterio es el poeta pero el poeta como Roberto Juarroz, uno de los mayores poetas de nuestro tiempo. Es difícil elogiar a quien merece más que elogios. En estos poemas cualquier palabra podría ser la última, hasta la primera. Y sin embargo, lo último sigue”.



Pienso que en este momento / tal vez nadie en el universo piensa en mí, / que sólo yo me pienso, / y si ahora muriese, / nadie, ni yo, me pensaría.
Y aquí empieza el abismo, / como cuando me duermo. / Soy mi propio sostén y me lo quito. / Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto / que pensar en un hombre / se parece a salvarlo.


Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay, Análisis digital y EL DIARIO de Gualeguay, el 28 de marzo de 2010.

Ayrton Senna sigue vivo en el recuerdo de todos

El piloto brasileño cumpliría 50 años



Muchos pilotos creen que morir dentro de un auto en una pista de carreras es una forma digna dejar de existir cumpliendo con una pasión que implica riesgos, pero que no se puede desarrollar si no se lleva esa pasión en la sangre.


Un caso diferente era el de Ayrton Senna que llevaba la pasión por el automovilismo en sus entrañas pero que no tenía en cuenta la posibilidad de morir en una pista. "Nunca tengo en cuenta la posibilidad de un accidente, pero el miedo es una cosa constante en mi día a día", afirmaba el extraordinario piloto brasileño.


Ayrton no se sentía un piloto diferente, pero lo era; sin caer en la soberbia confesaba que tenía miedo a la muerte “pero convivo con eso, el miedo me fascina”; y afirmaba que “correr, competir, lo llevo en la sangre, es parte de mi, es parte de mi vida”.


Tres veces campeón de la Fórmula Uno (1988, 1990, 1991) en las diez temporadas completas que disputó; corrió en 162 Grandes Premios, ganó 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 “pole positions”. Además ostenta todavía un récord que es muy difícil de batir; el de victorias obtenidas en el difícil circuito de Mónaco, en el que ganó seis veces, cinco de ellas consecutivas entre 1989 y 1993, más la de 1987. Muchos lo definen como el “Rey de Mónaco”, en alusión a este impresionante récord.


El piloto paulista era imbatible manejando bajo la lluvia donde consiguió triunfos legendarios que quedaron en la memoria de los fanáticos, quienes lo llamaban el “Rey de la lluvia”.


Ayrton Senna da Silva nació en Sao Paulo el 21 de marzo de 1960 y falleció a los 34 años, el 1 de mayo de 1994 tras sufrir un accidente en la curva Tamburello del circuito de Ímola en el Gran Premio de San Marino.


“Ayrton está presente en el corazón de los brasileños por los valores que seguía en la vida y en las pistas: motivación, dedicación, determinación, perfección y superación”, afirma Viviane Senna, presidenta del Instituto Ayrton Senna.


Este domingo es muy especial, porque hubiera cumplido 50 años y Viviane afirma que “en un año como este, de celebración, todo eso viene a flote, recordando la trayectoria de mi hermano.


Su trayectoria
Ayrton comenzó a manejar un karting que le regaló su padre cuando tenía cuatro años. “Cuando lo digo, nadie me cree que empecé a pilotar a los cuatro años. Mi padre tenía una fábrica metalúrgica y por eso pudo conseguir un pequeño kart exclusivo para mí, con un motor de un caballo de potencia”.


Su padre, Milton da Silva, vislumbraba en el pequeño “Beco” (tal su apodo familiar) su pasión por los autos de carrera. “Tenía ocho años cuando me compró mi primer kart de verdad, recordaba Ayrton. Era mi juguete preferido. Sólo me encontraba bien sentado en él y entrenando, cada vez más”.


Por esos meses logró debutar con su karting en una carrera privada. “Tenía sólo ocho años y la mayoría de los otros tenía 15, 18 e incluso 20. Las posiciones en la parrilla se determinaban por sorteo. Ponían unos papelitos con números dentro de un casco. Por ser recién llegado, fui el primero en coger un papel al azar. Saqué el número 1”.


Quizás esa anécdota haya sido una premonición de lo que luego fue su trayectoria en el automovilismo deportivo llegando a ser un número uno.


Cuando Senna dejó el Karting pasó a correr en la Fórmula Ford 1600, en Inglaterra, en 1981. “El kart me proporcionó muchos momentos de placer y excelentes recuerdos. Nunca el pilotaje fue tan divertido como en kart. Allí aprendí muchas cosas. Mucho de lo que uso en la Fórmula 1 lo aprendí en kart”.

En 1982 corrió en la Fórmula Ford 2000 y al año siguiente en la Fórmula 3, acercándose cada vez más a su objetivo: la Fórmula Uno.


“Deseaba enormemente ser piloto profesional, tener éxito como un profesional del automovilismo; para mí tenía que dejar de ser un pasatiempo y convertirse en una profesión. Por eso tuve que realizar importantes sacrificios, como aprender a vivir en un país diferente, lejos de mi familia. Por un lado, esa nueva vida no me gustaba mucho, pero por otro sabía que estaba en el camino de conseguir mi objetivo personal”.


En 1984, después de tan sólo tres años de haber dejado el Kart, llega su debut en la categoría mayor del automovilismo mundial, en el equipo Toleman, en el Gran Premio de Brasil, donde Senna se ve obligado a abandonar la carrera en la octava vuelta al quedarse sin presión en el turbocompresor. Comienza a gestarse su historia dentro del automovilismo grande.

Senna era un ferviente creyente; antes de salir a pista se concentraba y rezaba dentro del auto. “Él (Dios) es el dueño de todo. Le debo la oportunidad que tuve de llegar a donde llegué. Muchas personas tienen la capacidad pero no tienen la oportunidad. Él me la dio a mí, no sé por qué. Sólo sé que no puedo desperdiciarla”.


La última carrera
Diez años después de su debut, en el Gran Premio de San Marino, en un fin de semana trágico, Ayrton Senna muere en un accidente.


En las pruebas de clasificación, el sábado 30 de abril de 1994, el piloto austríaco Roland Ratzenberger del equipo Simtek choca violentamente contra el muro de la media curva Gilles Villeneuve, luego de que el alerón trasero se desprendiera de su auto y muere en forma instantánea. Ayrton, que ve el accidente por el circuito de televisión, fue a un rincón de su box y lloró. Minutos después fue hasta el mismo lugar del accidente lo que le valió una sanción de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Varios pilotos solicitaron la cancelación de la carrera; Senna ya no tenía ganas de correr; algunos dicen que su novia, Adriane Galisteu lo convenció para que corriese.


Al otro día, el domingo 1 de mayo, Senna, que había obtenido la pole positions, desayunó con Gerhard Berger y Niki Lauda. Quienes estuvieron con él lo notaron preocupado, nervioso y tardó más tiempo del normal en salir a la pista. Antes de subir revisó varias veces su auto como tratando de encontrar una excusa para no correr. Pidió a sus colaboradores una bandera austríaca para levantarla cuando ganara la carrera (algo que solo hacía con la de Brasil) en honor a Ratzenberger.


Cuando se largó la carrera Pedro Lamy chocó violentamente de atrás al piloto de Benetton, J.J.Letho, que estaba detenido. En ese momento debió detenerse la carrera pero por el contrario las autoridades de la prueba hicieron entrar el Pace Car hasta normalizar el estado de la pista. En la quinta vuelta se reanudó la carrera, y dos vueltas más tarde, a la entrada de la curva Tamburello, Senna perdió el control del Williams y chocó contra el muro de cemento a 15 metros de la pista; el auto rebotó de nuevo hacia el trazado del circuito y dio media vuelta. El piloto brasileño fue llevado al hospital aunque muchos afirman que ya estaba muerto.


El 5 de mayo, Ayrton Senna fue enterrado en el cementerio de Morumbí con todos los honores militares. Varios pilotos estuvieron presentes en el funeral y fueron ellos quienes cargaron el ataúd, ante el dolor del pueblo brasileño por haber perdido a su ídolo.


Hay quienes afirman que Ayrton no murió, porque solo mueren los que son olvidados y él vive en la memoria de su pueblo y en todos los que admiraron su trayectoria dentro y fuera de una pista de carrera.


Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay, Análisis Digital y EL DIARIO de Gualeguay, el 21 de marzo de 2010.