lunes, 15 de junio de 2009

Ganar cueste lo que cueste

Una campaña política sucia

Que la campaña política con vistas a las elecciones del 28 de junio es una campaña sucia ya no sorprende a nadie. Que la campaña política está bastante caliente, tampoco. Que se agredan, maltraten y hasta insulten entre los diferentes candidatos de una campaña electoral rara, a la cual se le ha dado mucha más trascendencia de la que tiene, eso sí llama la atención.

No recuerdo otra campaña para una elección legislativa con tanto “ruido” mediático. Todo arranca por la –casi- desesperación del ex presidente Néstor Kirchner por conservar su espacio de poder, sin tener ningún empacho en echar mano a cualquier recurso que esté o no dentro de un sistema democrático. Es así que se inventaron las candidaturas testimoniales para arrimar votos de una lista donde, en definitiva, los candidatos principales no van a asumir, salvo él, por supuesto.

Pero como este recurso parece que no basta para ganar la elección en la provincia de Buenos Aires, ya que las encuestas no parecen dar todo lo bien que el ex presidente y candidato a diputado espera, es necesario utilizar otros métodos del tipo “que parezca un accidente”. Es así que esta semana se echó mano al recurso de tratar por todos los medios de que la figura del candidato de la oposición Francisco De Narváez quede lo más pegadito posible a la causa por contrabando de efedrina. Una causa que estaba semi dormida se comenzó a activar rápidamente gracias a la “eficiencia” del juez de la ciudad de Campana Federico Faggionato Márquez.

La idea era instalar el tema en los medios, que se relacionara a De Narváez con la causa de la efedrina para lograr, al menos, salpicarlo un poco con un tema muy actual en nuestro país, el del narcotráfico.

Por su parte, De Narváez -que de tonto no tiene un pelo- avisó con tiempo por los medios que si el juez Faggionato Márquez trataba de llamarlo para declarar, iba a pedir su recusación, cosa que finalmente pidió y que el juez rechazó de plano el jueves por la mañana.

Lo grave de esto son las intenciones del juez Faggionato Márquez para hacer aparecer a De Narváez como metido en una causa por tráfico de drogas cuando las pruebas no son inconsistentes. Ahora ¿Faggionato Márquez actúa por motus propio, o responde a intereses políticos? La respuesta cae por su propio peso.

Se sabe además que los servicios de información del gobierno, hackearon los mails del candidato del Pro y circuló el contenido de mails que De Narváez intercambiaba con el periodista del diario La Nación Carlos Pagni. Una muestra más de que el kirchnerismo está dispuesto a todo en pos de ganar las elecciones, incluso recurrir al espionaje usando “servicios” paralelos a la SIDE.

El martes por la noche en un acto en Vicente López donde estuvo Néstor Kirchner, no dejó pasar la oportunidad para pedirle al candidato de Unión–Pro “que se presente a la Justicia y aclare las cosas” y dijo además que “no se deben usar los fueros para evadir responsabilidades”. En otro momento de su discurso recordó que “en otras épocas cierta prensa hubiera criticado con dureza que alguien citado por la Justicia se amparara en sus fueros, pero hoy se callan”. De esta forma el ex presidente aprovechó para remarcar sus diferencias con algunos medios informativos.

Francisco De Narváez no es –hablando mal y pronto- santo de mi devoción, no lo votaría, quiero ser claro en este punto, pero no estoy de acuerdo con este tipo de maniobras para tratar de ganar una elección cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

Esta semana el diario El Argentino, de distribución gratuita en Buenos Aires y –bien sabido es- órgano de difusión de las ideas kircheristas, publicó en la tapa del día miércoles: “De Narváez ignora a la Justicia argentina”, con letra de molde como se dice vulgarmente. Este diario, que dirige Daniel Olivera, se encarga todas las mañanas de hacer –muy burdamente- propaganda a favor del kirchnerismo.

En la contratapa de El Argentino escribe Jorge Giles, que viene a ser como “la voz” del diario. El miércoles Giles publicó una nota bajo el título “Un frío que corre por la espalda” y en la misma, una foto donde están levantando los brazos Alfredo De Angeli, Francisco De Narváez, Felipe Solá y Luciano Miguens, ex presidente de la Sociedad Rural.

Se pregunta Giles en la nota: “¿Y si resulta cierto lo que se dice públicamente sobre la causa de la efedrina? ¿Y si los narcotraficantes y los neoliberales hacen pie en nuestras orillas desde el mismísimo Parlamento de la república?(…) Un frío por la espalda serpentea con sus miedos y amenazas, pensando estos asuntos.(…) Desafían a Kirchner a presentarse a un debate televisivo, cuando ellos no son capaces de presentarse a una citación judicial”.

Basta con leer estos párrafos para darse cuenta para qué lado corre el río. Bastan estos párrafos del principal medio de propaganda que utiliza el kirchnerismo para saber cómo están jugando el juego de la democracia.

Pero para muchos -como para mí- la democracia no es un simple juego y menos jugado como ellos tratan de jugarlo.

En estas elecciones legislativas parecería ser que el ex presidente Néstor Kirchner se juega mucho más de lo que nosotros sabemos, pensamos o intuimos.

No me gusta –y no solo a mí, sino a muchos- como se están desarrollando los hechos actualmente. No está bien el volumen que ha adquirido la campaña política, no se debaten ideas, no se comunican propuestas, existe un vacío de contenido. ¿Lo único que importa es el impacto mediático, la figura mediática que adopta un candidato, cómo se ve y cómo lo ven? ¿Habrá llegado la Tinellización? Mal que nos pese, parece que sí.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

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