jueves, 4 de diciembre de 2008

Una mina macanuda

Por Silvina Carraud en "A la intemperie"

Leo en el diario que hoy se cumplen siete años de la puesta en marcha, por parte del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, de las medidas que luego se conocerían como "corralito financiero" .En junio del '98, gracias a las políticas neoliberales del menemato, cerraron las seccionales del interior de la provincia de la institución para la que había trabajado durante 16 años. Me despidieron y abonaron la indemnización que deposité, en dólares, en el banco. Si bien retomé mi tarea docente, fui usando ese dinero para vivir.En diciembre del 2001 me quedaban algunos dólares depositados, el único ahorro ("ahorro": leo esa palabra y me recuerda una libreta que tenía cuando era chica ¡qué antigüedad!) con el que contaba.Pues bien, me lo robaron! Sí, convirtieron los dólares en pesos, y de a puchitos, y a fuerza de "acampar" días enteros en el banco, me tiraron los pesos que me alcanzaron para comprar el Escort '90 que milagrosamente, conducido por mí, todavía circula.
Historias mínimas, como la que cuento, hubo millares.
Bastaba sólo mirarnos las caras en las largas colas del cajero automático, o dentro de la sucursal, para averigüar algo que nos diera una esperanza... fallida, por supuesto.
Después vinieron los federales, el peregrinar en búsqueda de algún lugar que los aceptara...Nos siguieron saqueando.
Cuando me comunicaron que iba a pasar a las filas de los desocupados, uno de los entonces empleadores, me transmitió que todos sentían lo sucedido, porque: "sos una mina macanuda".
Cuatro palabras que, en otro momento de mi vida, volví a escuchar...
Ahora, según el diccionario, macanudo es ser: bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral.
Hablando del presente, ¿tendremos los argentinos que seguir siendo ..."macanudos"?

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