viernes, 30 de abril de 2010

Ayrton Senna sigue vivo en el recuerdo de todos

El piloto brasileño cumpliría 50 años



Muchos pilotos creen que morir dentro de un auto en una pista de carreras es una forma digna dejar de existir cumpliendo con una pasión que implica riesgos, pero que no se puede desarrollar si no se lleva esa pasión en la sangre.


Un caso diferente era el de Ayrton Senna que llevaba la pasión por el automovilismo en sus entrañas pero que no tenía en cuenta la posibilidad de morir en una pista. "Nunca tengo en cuenta la posibilidad de un accidente, pero el miedo es una cosa constante en mi día a día", afirmaba el extraordinario piloto brasileño.


Ayrton no se sentía un piloto diferente, pero lo era; sin caer en la soberbia confesaba que tenía miedo a la muerte “pero convivo con eso, el miedo me fascina”; y afirmaba que “correr, competir, lo llevo en la sangre, es parte de mi, es parte de mi vida”.


Tres veces campeón de la Fórmula Uno (1988, 1990, 1991) en las diez temporadas completas que disputó; corrió en 162 Grandes Premios, ganó 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 “pole positions”. Además ostenta todavía un récord que es muy difícil de batir; el de victorias obtenidas en el difícil circuito de Mónaco, en el que ganó seis veces, cinco de ellas consecutivas entre 1989 y 1993, más la de 1987. Muchos lo definen como el “Rey de Mónaco”, en alusión a este impresionante récord.


El piloto paulista era imbatible manejando bajo la lluvia donde consiguió triunfos legendarios que quedaron en la memoria de los fanáticos, quienes lo llamaban el “Rey de la lluvia”.


Ayrton Senna da Silva nació en Sao Paulo el 21 de marzo de 1960 y falleció a los 34 años, el 1 de mayo de 1994 tras sufrir un accidente en la curva Tamburello del circuito de Ímola en el Gran Premio de San Marino.


“Ayrton está presente en el corazón de los brasileños por los valores que seguía en la vida y en las pistas: motivación, dedicación, determinación, perfección y superación”, afirma Viviane Senna, presidenta del Instituto Ayrton Senna.


Este domingo es muy especial, porque hubiera cumplido 50 años y Viviane afirma que “en un año como este, de celebración, todo eso viene a flote, recordando la trayectoria de mi hermano.


Su trayectoria
Ayrton comenzó a manejar un karting que le regaló su padre cuando tenía cuatro años. “Cuando lo digo, nadie me cree que empecé a pilotar a los cuatro años. Mi padre tenía una fábrica metalúrgica y por eso pudo conseguir un pequeño kart exclusivo para mí, con un motor de un caballo de potencia”.


Su padre, Milton da Silva, vislumbraba en el pequeño “Beco” (tal su apodo familiar) su pasión por los autos de carrera. “Tenía ocho años cuando me compró mi primer kart de verdad, recordaba Ayrton. Era mi juguete preferido. Sólo me encontraba bien sentado en él y entrenando, cada vez más”.


Por esos meses logró debutar con su karting en una carrera privada. “Tenía sólo ocho años y la mayoría de los otros tenía 15, 18 e incluso 20. Las posiciones en la parrilla se determinaban por sorteo. Ponían unos papelitos con números dentro de un casco. Por ser recién llegado, fui el primero en coger un papel al azar. Saqué el número 1”.


Quizás esa anécdota haya sido una premonición de lo que luego fue su trayectoria en el automovilismo deportivo llegando a ser un número uno.


Cuando Senna dejó el Karting pasó a correr en la Fórmula Ford 1600, en Inglaterra, en 1981. “El kart me proporcionó muchos momentos de placer y excelentes recuerdos. Nunca el pilotaje fue tan divertido como en kart. Allí aprendí muchas cosas. Mucho de lo que uso en la Fórmula 1 lo aprendí en kart”.

En 1982 corrió en la Fórmula Ford 2000 y al año siguiente en la Fórmula 3, acercándose cada vez más a su objetivo: la Fórmula Uno.


“Deseaba enormemente ser piloto profesional, tener éxito como un profesional del automovilismo; para mí tenía que dejar de ser un pasatiempo y convertirse en una profesión. Por eso tuve que realizar importantes sacrificios, como aprender a vivir en un país diferente, lejos de mi familia. Por un lado, esa nueva vida no me gustaba mucho, pero por otro sabía que estaba en el camino de conseguir mi objetivo personal”.


En 1984, después de tan sólo tres años de haber dejado el Kart, llega su debut en la categoría mayor del automovilismo mundial, en el equipo Toleman, en el Gran Premio de Brasil, donde Senna se ve obligado a abandonar la carrera en la octava vuelta al quedarse sin presión en el turbocompresor. Comienza a gestarse su historia dentro del automovilismo grande.

Senna era un ferviente creyente; antes de salir a pista se concentraba y rezaba dentro del auto. “Él (Dios) es el dueño de todo. Le debo la oportunidad que tuve de llegar a donde llegué. Muchas personas tienen la capacidad pero no tienen la oportunidad. Él me la dio a mí, no sé por qué. Sólo sé que no puedo desperdiciarla”.


La última carrera
Diez años después de su debut, en el Gran Premio de San Marino, en un fin de semana trágico, Ayrton Senna muere en un accidente.


En las pruebas de clasificación, el sábado 30 de abril de 1994, el piloto austríaco Roland Ratzenberger del equipo Simtek choca violentamente contra el muro de la media curva Gilles Villeneuve, luego de que el alerón trasero se desprendiera de su auto y muere en forma instantánea. Ayrton, que ve el accidente por el circuito de televisión, fue a un rincón de su box y lloró. Minutos después fue hasta el mismo lugar del accidente lo que le valió una sanción de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Varios pilotos solicitaron la cancelación de la carrera; Senna ya no tenía ganas de correr; algunos dicen que su novia, Adriane Galisteu lo convenció para que corriese.


Al otro día, el domingo 1 de mayo, Senna, que había obtenido la pole positions, desayunó con Gerhard Berger y Niki Lauda. Quienes estuvieron con él lo notaron preocupado, nervioso y tardó más tiempo del normal en salir a la pista. Antes de subir revisó varias veces su auto como tratando de encontrar una excusa para no correr. Pidió a sus colaboradores una bandera austríaca para levantarla cuando ganara la carrera (algo que solo hacía con la de Brasil) en honor a Ratzenberger.


Cuando se largó la carrera Pedro Lamy chocó violentamente de atrás al piloto de Benetton, J.J.Letho, que estaba detenido. En ese momento debió detenerse la carrera pero por el contrario las autoridades de la prueba hicieron entrar el Pace Car hasta normalizar el estado de la pista. En la quinta vuelta se reanudó la carrera, y dos vueltas más tarde, a la entrada de la curva Tamburello, Senna perdió el control del Williams y chocó contra el muro de cemento a 15 metros de la pista; el auto rebotó de nuevo hacia el trazado del circuito y dio media vuelta. El piloto brasileño fue llevado al hospital aunque muchos afirman que ya estaba muerto.


El 5 de mayo, Ayrton Senna fue enterrado en el cementerio de Morumbí con todos los honores militares. Varios pilotos estuvieron presentes en el funeral y fueron ellos quienes cargaron el ataúd, ante el dolor del pueblo brasileño por haber perdido a su ídolo.


Hay quienes afirman que Ayrton no murió, porque solo mueren los que son olvidados y él vive en la memoria de su pueblo y en todos los que admiraron su trayectoria dentro y fuera de una pista de carrera.


Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay, Análisis Digital y EL DIARIO de Gualeguay, el 21 de marzo de 2010.

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