viernes, 30 de abril de 2010

El silencio del campo


Los reclamos ruralistas entraron en un impasse, ¿qué cosas cambiaron?


El sector ruralista parece haber entrado en un impasse sobre los reclamos hechos durante el 2008 y 2009 al gobierno kirchnerista. ¿Qué cosas han cambiado desde aquella noche en que el vicepresidente Julio Cobos dio su voto “no positivo” a la Resolución 125 sobre las retenciones móviles a las exportaciones?


En principio se puede llegar a pensar que nada ha cambiado, pero en realidad sí cambiaron. La economía no está mejor ahora que en aquel momento, cuando se debatía fuertemente la Resolución 125 y más de medio país se movilizaba, levantando las banderas del federalismo y defendiendo los principios del sector agro-ganadero. ¿Qué pasó entonces?


El 25 de mayo de 2008 en un acto que reunió a 300 mil personas en el Monumento a la Bandera en Rosario, el sector agropecuario apoyado por la gente común, con banderas en las manos, festejaba y aplaudía los discursos de los principales exponentes de las distintas agrupaciones del campo.


Al día siguiente, el diario de mayor tirada del país titulaba: “Ante una multitud en Rosario, el campo tuvo duras críticas contra el Gobierno”.


En ese acto, Alfredo De Angeli, emblema de la dura lucha en los cortes de ruta en Gualeguaychú pedía “una política distinta para los pueblos del interior” y anunciaba: “Señora Presidenta, el campo está revelado, no vamos a aflojar, la lucha sigue”.


En ese mismo acto, Eduardo Buzzi le hacía un guiño a la multitud antes de empezar su discurso y afirmaba: “Esto no es un acto más, estamos acá para escribir parte de la historia nacional” y entusiasmado en pleno discurso sostenía que “el gobierno de los Kirchner es un obstáculo para el crecimiento del país”.


A mil kilómetros de allí, ese mismo día en Salta, en una ciudad embanderada de azul y blanco, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner enviaba un mensaje conciliador. Al encabezar el acto por los 198 años de la Revolución de Mayo, convocaba a todos, incluyendo “productores, a sumarse a la gesta del Bicentenario para reconstruir el país”.


Lo que cabe preguntarse, a dos años de estos hechos y cuando ha llegado el año del Bicentenario, es qué cosas cambiaron en la economía del país, qué diferencias existen entre aquellos reclamos ruralistas y la situación que se vive hoy día.


¿Y por qué nos preguntamos esto? Simplemente porque encontrar las respuestas a esas preguntas hace a la legitimación de los reclamos que hacía el sector agro-ganadero en aquel momento. Si las condiciones no han cambiado o han cambiado para peor, si en nuestro país se siguen cerrando tambos y la producción lechera es cada vez menor, si el stock ganadero sigue disminuyendo y se corre el riesgo de terminar importando carne, si las retenciones siguen en los mismos niveles; ¿en qué quedaron los reclamos de la Mesa de Enlace?


Si comparamos algunos aspectos de la economía de hace dos años con la actual, que le toca vivir al común de la gente, a esas personas que no pertenecían al campo pero que apoyaron los reclamos porque los creían legítimos, podremos apreciar cambios considerables, cambios que afectan la economía de cualquier hogar del país.


La situación de la economía no es mejor hoy que hace dos años durante el pleno conflicto con el campo. La inflación ha ido erosionando los flacos bolsillos de los asalariados y los gremios no han cesado en sus reclamos por aumentos salariales en vista de este presente económico.


¿Y el campo?
Esta semana en la localidad de Bragado, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, participó de una asamblea con productores agropecuarios organizada por la filial de la entidad ruralista en esa ciudad de la provincia de Buenos Aires.


“El 35 por ciento de retenciones para todos por igual y sin segmentar entre pequeños y medianos productores y los pooles de siembra, es confiscatorio para los productores, dijo Buzzi, y el Gobierno lo utiliza para pagar la deuda externa en vez de la interna”, sentenció el dirigente con idéntico discurso al de hace dos años.


“Continúa el proceso de concentración, y a pesar de la buena cosecha del presente año, a muchos productores no les cierran los números. Nuevamente son viables sólo aquellos esquemas de gran escala”, afirmó Buzzi.


¿Y entonces? Si nada ha cambiado, si todo sigue por el mismo camino, ¿a qué se debe tanto silencio?


El dirigente Alfredo De Angeli estuvo este jueves por la noche en el programa “4to.Día” que se emite por la señal de cable Canal 26. Consultado sobre que el tema del campo ya no está en la agenda de la oposición, De Angeli afirmó que “Sí, es cierto, ya no se habla más de retenciones ni de un plan agrícola ganadero productivo. Están enfrascados en la discusión del uso de las reservas del Banco Central. De nosotros no se habla más”.


Sobre si los ruralistas se sienten defraudados al haber sido bandera de la oposición, el dirigente de la Federación Agraria dijo que “yo la verdad que hasta ahora no quiero decir sentirme defraudado. Yo le decía a los muchachos del campo que hay que declarar el estado de alerta y movilización. Vamos a tener que levantar la cosecha de mayo…”


- Qué es récord…, interrumpió un periodista.


“Sí, es récord pero que quede claro que no es por el gobierno, aclaró De Angeli, el sector apuntó ahí y dijo no queda otra y le dio para adelante. Está timbeando, lo único que les queda es eso. Lo juegan y les sale bien. Pero los precios internacionales se cayeron. La tonelada de soja está entre 800 y 820 pesos, vos fijate que el 2008 estaba 1200 y estamos ante un atraso cambiario. Que el gobierno tendría que reveerlo. Estamos peor que en la covertibilidad”.


Es curioso escuchar hablar a De Angeli de “atraso cambiario” cuando otros países limítrofes como Brasil ha logrado valorizar su moneda en desmedro del dólar. Uruguay revalorizó el peso uruguayo; cuando hace dos años el dólar costaba en el vecino país $ 24 pesos, hoy cuesta $19,60. Por el contrario, el dólar en nuestro país pasó de $3,10 a 3,90, y sin lugar a dudas, devaluarlo aún más, como pide De Angeli, traería serios inconvenientes en la economía interna.


Finalmente, el dirigente ruralista dejó latente la posibilidad de que renazca dentro de un tiempo algún tipo de protesta del sector, cuando en una muestra de honestidad brutal expresó: “Los cortes creo que no y los paros por ahora no vuelven porque se está levantando la cosecha y el tiempo además nos está favoreciendo. Pero tememos que venga un temporal y perdamos todo, por eso le dije a la gente de la producción que levantemos la cosecha y luego de asegurarnos vamos al paro”.


Hablando con un amigo, ligado de alguna manera al sector agropecuario, me dijo: “viste como es esto, primero se van a asegurar la cosecha, que los pesitos queden en casa, después cuando ya no tengan nada que hacer, si tienen ganas, van a salir a protestar”.


No sé si tendrá razón mi amigo, pero debo confesar que me dejó pensando si la otrora protesta ruralista tenía como sustento un verdadero federalismo, reclamando el mejoramiento de las economías regionales y la imperiosa necesidad de salvaguardar nuestra tradicional economía agro-ganadera por el bien de la patria, o solamente se trataba de una lucha de intereses propios de un sector importante de la economía de nuestro país.


Quizá, esta disyuntiva solo la termine dirimiendo el tiempo.

Claudio Carraud

ccarraud@hotmail.com

Publicado en EL DIA de Gualeguay y en EL DIARIO de Gualeguay, el 11 de abril de 2010.

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