jueves, 13 de noviembre de 2008

La tarea de interpretar el pasado

Entrevista al historiador Felipe Pigna

Si a algún chico de los últimos años de la escuela primaria, a un adolescente, o a algún joven se le preguntara el nombre de un historiador, seguramente el primero que surgiría, sería el de Felipe Pigna.
Para esos jóvenes, la Historia Argentina contada de una manera diferente llegó de la mano de este profesor de Historia nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, en 1959. Egresado del Instituto Nacional del Profesorado Joaquín V. González, Pigna, es autor de varios libros: Mundo Contemporáneo (1999), La Argentina Contemporánea (2000), Historia Confidencial (2003), Los mitos de la Historia Argentina (2004), Los mitos de la Historia Argentina 2 (2005), Los mitos de la Historia Argentina 3 (2006), Lo pasado pensado (2006), Evita (2007) y Los mitos de la Historia Argentina 4 (2008). Conductor -junto a Mario Pergolini- y guionista del ciclo “Algo habrán hecho” emitido por Canal 13 y Telefé respectivamente, que obtuvo el premio Martín Fierro 2005 y 2006 al mejor programa cultural. Conduce el programa “Lo pasado pensado” por Canal 7 y un programa con el mismo nombre en la radio FM Rock & Pop. Es director de la revista “Caras y Caretas” y del sitio de historia www.elhistoriador.com.ar.

- ¿Cómo es tu concepción de la historia?
- La historia ha logrado, tras siglos de debates, instalarse como una disciplina en la que la diversidad de opiniones y la toma de posiciones, el análisis con conclusiones, son componentes necesarios. No existen ni existieron jamás los historiadores imparciales u objetivos, y en este sentido podríamos citar el caso argentino de Mitre hasta nuestros días. De lo que se trata es de interpretar el pasado, no de narrarlo cronológicamente, para eso están los cronistas, que fueron y son obviamente subjetivos. Mi concepción de la historia está necesariamente vinculada por formación y elección al materialismo histórico y al modelo que instaló en el mundo de nuestra disciplina gente como Eric Hobsbawm, una historia basada en los documentos, una historia social, atenta a los procesos culturales y económicos.

- Tu gran mérito fue acercar la Historia a la gente, hacerla más "popular"…
- No me corresponde a mí hablar de mis méritos, pero si puedo decir que esa fue y es mi intención.

- ¿Te considerás responsable de esta nueva forma de contar la historia argentina?
- No le tengo miedo a la palabra responsabilidad, la asumo y me llena de orgullo tener que ver en este proceso innegable de acrecentamiento del interés por la historia. Tiene que ver con no subestimar a la gente, con respetar a los jóvenes -el cincuenta por ciento de mis lectores lo son-, con escucharlos, con conversar mucho con la gente que me lee, con tener en claro mi relación con ellos y no convertirme en uno de esos intelectuales que aman a la humanidad pero odian a la gente. No pasa, hay una fuerte corriente afectiva entre nosotros que se manifiesta en cada charla, en cada firma de libros, donde ellos saben que no me voy a mover hasta firmar el último libro, cuaderno o papelito y escuchar el último comentario, aporte, crítica lo que sea; y yo sé que me voy a ir contento y habiendo conocido gente nueva, historias locales, regionales, su problemática, sus alegrías, en fin, la maravilla del diálogo.

- Tu popularidad empieza con el primer libro de "Los mitos de la Historia Argentina" y de tu participación en “Cual es” el programa de radio de Mario Pergolini…
- En realidad mi popularidad arrancó curiosamente con la publicación de “Los mitos…” volumen 1, un libro publicado por una editorial como Norma que invirtió muy poco en publicidad y el libro se convirtió en el más leído en apenas un mes por el fenómeno de la difusión popular boca en boca. A la presentación del libro vinieron más de mil personas. Al poco tiempo comencé con mis columnas con Mario, el libro explotó, efectivamente y se tornó interesante para un segmento de público claramente joven. El público de Mario, que me aceptó, fue quien decidió casi plebiscitariamente que me convirtiera en columnista de "Cual es", en una columna completamente atípica que nunca duró menos de cuarenta minutos con picos de una hora diez en el trigésimo aniversario de la instalación de la dictadura cívico-militar de Videla.

- ¿Sos consciente que muchos chicos y jóvenes empezaron a interesarse por la Historia Argentina a partir de "Algo habrán hecho", que fue un gran mérito tuyo y de Pergolini de llegar a ese público?
- Soy absolutamente consciente y estoy eternamente agradecido a Mario y muy orgulloso por este logro.

- Muy pronto arranca la nueva temporada de "Algo habrán hecho" en Telefé, ¿ya tiene fecha de salida?
- Seguramente será a mediados de este mes. Nos ocuparemos en esta temporada del período 1896-1944, desde el suicidio de Alem -donde dejamos la historia en la temporada anterior- al encuentro entre Perón y Evita, pasando por las luchas de socialistas y anarquistas, los combates por el voto, la Ley Sáenz Peña, los gobiernos de Yrigoyen y Alvear, la Semana Trágica, las huelgas patagónicas, el golpe del 30, Lisandro de la Torre, entre otros temas.

- Y la semana pasada salió el cuarto tomo de "Los mitos de la Historia Argentina" con el peronismo del '45...
- Sí. Después de dos años de intenso trabajo de investigación salió el tomo 4 que se ocupa de un período clave de nuestra historia: el primer peronismo, con todo lo que ello implica.

- ¿Cuáles fueron las implicancias del primer gobierno de Perón?
- Esencialmente la incorporación de los sectores populares a niveles nunca antes alcanzados de acceso al consumo de bienes básicos y durables y a derechos de los que habían sido históricamente excluidos como la salud, la educación y la seguridad social. Y por supuesto la incorporación de la clase obrera como un sujeto social protagónico a la vida política nacional de la que había sido marginada por los partidos tradicionales.

- ¿Cómo hecho histórico ese gobierno marcó, a tu criterio, la Historia Argentina?
- Creo que sin dudas marcó y dividió en dos al siglo XX: antes y después de 1945. Es uno de los procesos más importantes y determinantes de nuestro siglo pasado.

- ¿Qué significan para vos y cuál es tu relación con historiadores como Osvaldo Bayer, Pacho O'Donnell y Felix Luna?
- A Osvaldo fue a quien primero conocí de los tres y con quien mantengo una intensa amistad y a quien considero un querido maestro. Él presentó los dos primeros tomos de “Mitos…” y escribió el prólogo del tercero. Dijo en público que me consideraba su mejor alumno, lo que me honra y me compromete en el mejor de los sentidos. Escribí un artículo en su último libro de debates y hemos dado juntos muchas charlas en distintas partes del país. La más reciente en Córdoba en el marco de un homenaje a la memoria del gran Agustín Tosco en la sede de Luz y Fuerza, su gremio. Es un ser extraordinario, de quien siempre se aprende y con quien es muy enriquecedor y a la vez desafiante discutir. A Pacho (O’Donnell) lo conocí discutiendo con él en un programa de Radio Mitre y al poco tiempo me llamó para que trabajáramos juntos. Lo hicimos en Canal 7 y en Radio Mitre por más de tres años y fue una interesante experiencia; disentir públicamente, coincidir a veces. Tengo muy buenos recuerdos de esa época y de Pacho en particular con quien nos vimos hace poco en los premios Planeta y recordamos viejos tiempos con mucha cordialidad. Con Félix (Luna) tenemos una relación de respeto mutuo, y siempre me gusta reconocer su lugar de pionero en esta lucha por hacerle llegar su historia a nuestra gente. Más allá de las diferencias, que son muchas con Falucho Luna, siento por él un gran respeto y reconocimiento.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com
Foto: Graciela Ocampo

3 comentarios:

Horacio Ricardo Palma dijo...

Mmmm, este personaje me llama a sentires encontrados. Como bien lo afirma, es buen discípulo de Bayer, y ambos no puede despegarse ideológicamente cuando cuentan la Historia. Que es una Ciencia. Es como si un biólogo intentara justificar el mal de la derecha en la mutación de las células. Yo creo que, aunque hable lindo, aunque escriba cosas suyas y "prestadas sin permiso"...como científico de la Historia...es altamente desconfiable. Hay que leerlo, obviamente, pero tomar sus dichos con pinzas.
Linda nota...
Un abrazo
Horacio

Anónimo dijo...

Si su referente es Eric Hobsbawm, ahora ya sé porqué me gusta tanto este tipo, y entiendo porqué me siento tan cómodo con sus publicaciones.

Buena entrevista: buen entrevistado y buen entrvistador.

Un gran abrazo allende los anchos mares,

Rafa²,

Anónimo dijo...

Gracias Horacio. Gracias Rafa, me acordé de vos por lo de Hobsbawm.
un abrazo
CC