En este noticiero, que era el de mayor audiencia en nuestro país, se emitían los informes del periodista Nicolás Kasanzew, enviado especial como cronista de guerra a cubrir el conflicto en las Islas Malvinas, con imágenes grabadas por el camarógrafo Alfredo Lamela.
“Fue una sorpresa total para mí. Me enteré de la toma el 2 de abril por la mañana cuando me llamó Víctor Sueiro, y me fui deprimido a ATC convencido de que me había perdido todo, cuando me ofrecieron salir inmediatamente para Malvinas”, sostiene Kasanzew, que tenía 33 años en ese momento.
A veintisiete años del conflicto, lo primero que le viene a la mente cuando recuerda Malvinas son “los pilotos argentinos arremetiendo contra la flota inglesa, con aviones modelo 1950 contra fragatas modelo 1980, teniendo que atravesar una muralla de fuego y superar mil dificultades más, pero alcanzando su objetivo y diezmando al enemigo”.
- ¿Qué expectativas tenías, cómo imaginabas que iba a ser ir a las islas?
- Estaba convencido que iba a haber una verdadera guerra, aunque todo el mundo decía que iba a ser solo un amague, que se iba a negociar con los ingleses. Yo, que conocía bastante de historia y de la idiosincrasia británica sabía que ellos tratarían de borrar con sangre la humillación que sufrieron el 2 de abril.
- Creías que desembocaría en una guerra.
- ¿Qué decía tu familia de que fueras a Malvinas a cubrir el conflicto?
Nacido en Salzburgo, Austria, este periodista de origen ruso blanco, descendiente de oficiales del Ejército del Zar, llegó con su familia a la Argentina cuando él tenía cinco meses. Comenzó en el periodismo como colaborador del diario La Nación, luego como redactor de la revista Siete Días, y en 1978 debutó en televisión en el programa Video Show.
- ¿Qué instrucciones tenías desde la producción periodística del canal?
- Ninguna específica. Hacer la mayor cantidad posible de notas, como siempre.
- Según tengo entendido, vos enviabas el material al continente y no sabías qué cosas salían al aire. ¿Cómo enviaban ese material y qué pensabas que salía al aire?
Kasanzew vive actualmente en Miami, donde trabaja en la televisión de habla hispana, para la que cubrió también conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Líbano e Irak. Tiene cuatros hijos, tres de ellos han seguido los pasos de su padre y son periodistas. Sobre la guerra de Malvinas escribió dos libros: “Malvinas a Sangre y Fuego” en 1982 y “La Pasión según Malvinas” en 2008, un libro con fotografías que el periodista tomó con su Nikon personal durante el conflicto bélico.
- ¿Cómo fue tu llegada a Malvinas, qué sentías en esos momentos?
- Fue una gran emoción. Yo estaba pisando el suelo de esas islas que en la escuela las maestras nos habían enseñado a amar, que nos habían enseñado que debíamos algún día recuperarlas ya que habían sido injustamente ocupadas por los ingleses, y las habíamos recuperado. Y flameaba allí la azul y blanca.
- Cuándo comienza el conflicto ¿qué cosas te decían los soldados y cómo los veías?
- ¿Sentiste miedo en algún momento, durante el conflicto?
- En varios momentos. Sobre todo, cuando cayó una bomba relativamente a poca distancia de donde yo estaba y la onda expansiva de calor me golpeó en la cara. También cuando estaba regresando al continente, la noche anterior a la rendición, en un avión Hércules y los ingleses nos tiraron un misil.
- ¿Qué cosas viste en la guerra que hubieras deseado no ver?
- Y viendo el hambre que pasaron los conscriptos, ¿no te parece que el Ejército no estaba logísticamente preparado para una guerra así?
- En toda guerra el soldado se alimenta peor que en la vida civil. Ni soñar con tener tres comidas calientes al día. Muchas veces la comida llega fría, o directamente no llega porque la zona esta siendo bombardeada. Eso pasaba a veces en Malvinas. Pero dependía mucho de la previsión y preocupación de cada jefe. En mi nuevo libro "La Pasión según Malvinas" yo publico, por ejemplo, fotos de los soldados del teniente Carlos Daniel Esteban, que enfrentaron el desembarco ingles en San Carlos, bajaron cuatro helicópteros ingleses y luego caminaron mas de 100 kilómetros hasta Puerto Argentino y se los ve hasta robustos. Pero la gran causa del mal abastecimiento argentino fue que Menéndez prohibió que se usaran los depósitos de alimentos y las ovejas de los kelpers. Y había más de trescientas mil ovejas en las islas. Menéndez protegía más los intereses de los kelpers que los de los soldados argentinos. Para colmo, cuando Menéndez se rinde, los ingleses abren una serie de contenedores que estaban rodeando su residencia y los encuentran repletos de comida. Así que no es que la Argentina no estaba preparada logísticamente, los que no estuvieron a la altura de las circunstancias fueron los generales.
- ¿En qué momento regresaste al país desde Malvinas?
- ¿Qué hiciste cuando volviste al país después de la guerra?
- Mirando hacia atrás después de tantos años, ¿cómo evaluarías la invasión a Malvinas?
- ¿Cómo afectó tu carrera profesional el hecho de haber cubierto Malvinas?
Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com