sábado, 28 de marzo de 2009

“Si los generales no hubieran sido tan pusilánimes, hubiéramos podido ganar la guerra”

Nicolás Kasanzew, cronista de la guerra de Malvinas

Cuando uno recuerda la guerra de Malvinas y la manipulación de la información que hizo sobre ésta el gobierno militar de Leopoldo Galtieri, es inevitable la referencia al noticiero “60 minutos” de Argentina Televisora Color (ATC) conducido por Oscar Gómez Fuentes, aquel periodista que quedó en la historia por su frase “estamos ganando”, en referencia al conflicto bélico.

En este noticiero, que era el de mayor audiencia en nuestro país, se emitían los informes del periodista Nicolás Kasanzew, enviado especial como cronista de guerra a cubrir el conflicto en las Islas Malvinas, con imágenes grabadas por el camarógrafo Alfredo Lamela.

“Fue una sorpresa total para mí. Me enteré de la toma el 2 de abril por la mañana cuando me llamó Víctor Sueiro, y me fui deprimido a ATC convencido de que me había perdido todo, cuando me ofrecieron salir inmediatamente para Malvinas”, sostiene Kasanzew, que tenía 33 años en ese momento.

A veintisiete años del conflicto, lo primero que le viene a la mente cuando recuerda Malvinas son “los pilotos argentinos arremetiendo contra la flota inglesa, con aviones modelo 1950 contra fragatas modelo 1980, teniendo que atravesar una muralla de fuego y superar mil dificultades más, pero alcanzando su objetivo y diezmando al enemigo”.

- ¿Qué expectativas tenías, cómo imaginabas que iba a ser ir a las islas?
- Estaba convencido que iba a haber una verdadera guerra, aunque todo el mundo decía que iba a ser solo un amague, que se iba a negociar con los ingleses. Yo, que conocía bastante de historia y de la idiosincrasia británica sabía que ellos tratarían de borrar con sangre la humillación que sufrieron el 2 de abril.

- Creías que desembocaría en una guerra.
- Desde el momento en que vi en la revista Gente las fotos de los Royal Marines tendidos en el suelo o con las manos en la nuca, y nuestros comandos apuntándolos con sus armas. Esa humillación los ingleses iban a tratar de cobrársela con sangre. No negociarían.

- ¿Qué decía tu familia de que fueras a Malvinas a cubrir el conflicto?
- Estaban preocupados, pero sabían que yo estaba feliz. Siempre quise cubrir una guerra de alta intensidad y encima esta era una guerra justa de mi país contra los usurpadores.

Nacido en Salzburgo, Austria, este periodista de origen ruso blanco, descendiente de oficiales del Ejército del Zar, llegó con su familia a la Argentina cuando él tenía cinco meses. Comenzó en el periodismo como colaborador del diario La Nación, luego como redactor de la revista Siete Días, y en 1978 debutó en televisión en el programa Video Show.

- ¿Qué instrucciones tenías desde la producción periodística del canal?
- Ninguna específica. Hacer la mayor cantidad posible de notas, como siempre.

- Según tengo entendido, vos enviabas el material al continente y no sabías qué cosas salían al aire. ¿Cómo enviaban ese material y qué pensabas que salía al aire?
- El material se lo daba a los pilotos de Hércules y Fokker que burlaban el bloqueo y luego preguntaba por teléfono si lo habían recibido en la producción del canal. Siempre me decían que si. Obviamente, sabía que la censura me iba a “tijeretear” algo, pero nunca imaginé su magnitud.

Kasanzew vive actualmente en Miami, donde trabaja en la televisión de habla hispana, para la que cubrió también conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Líbano e Irak. Tiene cuatros hijos, tres de ellos han seguido los pasos de su padre y son periodistas. Sobre la guerra de Malvinas escribió dos libros: “Malvinas a Sangre y Fuego” en 1982 y “La Pasión según Malvinas” en 2008, un libro con fotografías que el periodista tomó con su Nikon personal durante el conflicto bélico.

- ¿Cómo fue tu llegada a Malvinas, qué sentías en esos momentos?
- Fue una gran emoción. Yo estaba pisando el suelo de esas islas que en la escuela las maestras nos habían enseñado a amar, que nos habían enseñado que debíamos algún día recuperarlas ya que habían sido injustamente ocupadas por los ingleses, y las habíamos recuperado. Y flameaba allí la azul y blanca.

- Cuándo comienza el conflicto ¿qué cosas te decían los soldados y cómo los veías?
- Al principio los soldados se mostraban de buen ánimo. Decían que estaban esperando a los ingleses. A medida que el tiempo avanzaba, el ánimo de los soldados iba desmejorando. Es que Menéndez los tuvo un mes y medio inmovilizados en pozos de zorro inundados, con deficiente alimentación. Los soldados querían ir a buscar a los ingleses y romper el impasse -muchos me lo decían- pero Menéndez permaneció pasivo siempre.

Nicolás Kasanzew accionando un cañón en Malvinas


- ¿Sentiste miedo en algún momento, durante el conflicto?
- En varios momentos. Sobre todo, cuando cayó una bomba relativamente a poca distancia de donde yo estaba y la onda expansiva de calor me golpeó en la cara. También cuando estaba regresando al continente, la noche anterior a la rendición, en un avión Hércules y los ingleses nos tiraron un misil.

- ¿Qué cosas viste en la guerra que hubieras deseado no ver?

- Hubiera deseado no ver la cobardía de los generales y el hambre de los conscriptos.

- Y viendo el hambre que pasaron los conscriptos, ¿no te parece que el Ejército no estaba logísticamente preparado para una guerra así?
- En toda guerra el soldado se alimenta peor que en la vida civil. Ni soñar con tener tres comidas calientes al día. Muchas veces la comida llega fría, o directamente no llega porque la zona esta siendo bombardeada. Eso pasaba a veces en Malvinas. Pero dependía mucho de la previsión y preocupación de cada jefe. En mi nuevo libro "La Pasión según Malvinas" yo publico, por ejemplo, fotos de los soldados del teniente Carlos Daniel Esteban, que enfrentaron el desembarco ingles en San Carlos, bajaron cuatro helicópteros ingleses y luego caminaron mas de 100 kilómetros hasta Puerto Argentino y se los ve hasta robustos. Pero la gran causa del mal abastecimiento argentino fue que Menéndez prohibió que se usaran los depósitos de alimentos y las ovejas de los kelpers. Y había más de trescientas mil ovejas en las islas. Menéndez protegía más los intereses de los kelpers que los de los soldados argentinos. Para colmo, cuando Menéndez se rinde, los ingleses abren una serie de contenedores que estaban rodeando su residencia y los encuentran repletos de comida. Así que no es que la Argentina no estaba preparada logísticamente, los que no estuvieron a la altura de las circunstancias fueron los generales.

- ¿En qué momento regresaste al país desde Malvinas?
- Cuando me enteré que el general Menéndez había tomado la decisión de rendirse, y que el piloto del Hércules que recién había traído un cañón para reforzar la defensa, no iba a entregar su avión e intentaría volver al continente, me subí a ese vuelo en un aeropuerto que ya estaba iluminado por las bengalas inglesas y bombardeado por ellos.

- ¿Qué hiciste cuando volviste al país después de la guerra?
- Apenas volví, me empezaron a perseguir. Primero, el gobierno del Proceso Militar que me dejo sin trabajo. Después llegaron las calumnias e injurias y finalmente el gobierno de Alfonsín me prohibió formalmente. Sus secretarios de Cultura, Carlos Gorostiza y Marcos Aguinis me dijeron que no podía trabajar por haber sido "la cara de Malvinas".

- Mirando hacia atrás después de tantos años, ¿cómo evaluarías la invasión a Malvinas?
- Antes que nada, no se puede llamar "invasión". Eso es utilizar la terminología del enemigo, de los ingleses. Nosotros no podíamos invadir las Malvinas, porque nadie invade su propio territorio. Lo que hicimos fue recuperarlas. Sigo pensando hoy que fue una gran patriada, donde muchos argentinos demostraron increíble valor y arrojo. Si los generales no hubieran sido tan pusilánimes, hubiéramos podido ganar la guerra. Y no lo digo yo. Lo dicen los propios ingleses, por ejemplo en el documental “Malvinas, lo que pudo haber sido” de Discovery Channel.

- ¿Cómo afectó tu carrera profesional el hecho de haber cubierto Malvinas?
- Hubo un antes y un después. Me calumniaron, persiguieron, prohibieron y tuve que buscar trabajo en el extranjero para poder sobrevivir. Pero al mismo tiempo es la experiencia más importante de mi vida tanto en lo profesional, por haber cubierto la única guerra que libró la Argentina en el siglo 20, como humana, porque me he hermanado con nuestros héroes, los soldados que defendieron la soberanía argentina.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Claudio, leí y releí tu nota y me sigo haciendo preguntas sobre este personaje que no encuentro en las respuestas. Es evidente que este Sr. no ha entendido o no quiere entender aún que no fue uno o dos Gobiernos los que lo juzgaron, fue la sociedad. Dice haber sido feliz cuando fue a cubrir la guerra, supongo que debiera haber sido PROFESIONAL e inteligente para SABER cubrirla y los resultados están a la vista. No hace falta haber estado allí para darse cuenta que se encegueció con sus 20' de fama. Resumiendo, le creo poco y nada de su inocencia periodística en la información que ofrecía.

Anónimo dijo...

Creo que cada uno tiene el derecho de creer o no creer y en ese sentido entiendo tu postura (Anónimo) De lo que no estoy muy seguro es de lo que decís sobre que fue la sociedad la que lo juzgó.Y sobre su inocencia o no en la información que ofrecía, no tengo elementos para juzgar y tampoco es mi intención hacerlo. Pero respeto el derecho que tiene cada uno a pensar o creer lo que quiera. Gracias por tu mensaje.
CC

Damían dijo...

Anónimo hablas de que la sociedad lo condena a Nicolas Kasanzw? Busca en los archivos cuando Leopoldo Galttier dijo: "Si quieren venir, que vengan", " Que traigan al Pricipito", todo un pueblo apoyo esa frase, todo un pueblo pidio la guerra, tenemos que tener conciencia social y hacernos cargos todos de lo que sucedio en Malvinas y tener en claro que la guerra pudo ser ganada y la perdimos por tener "Generales de esritorios" y encima cobardes.