jueves, 27 de noviembre de 2008

"Gualeguay tiene mucho potencial"

Entrevista a la Concejal Patricia Míguez Iñarra

En Gualeguay, Entre Ríos, se está trabajando en la elaboración de un Plan Estratégico de Desarrollo Integral de la ciudad (PEG). Desde hace dos meses se viene realizando un Taller que ha tenido varias jornadas de trabajo en la sede de Bomberos Voluntarios, donde puede participar la ciudadanía en general, con el fin de debatir y realizar un análisis de situación de la ciudad. Una de las caras visibles en este proyecto es la Concejal por el Partido Justicialista, Patricia Míguez Iñarra.

“La idea de un Plan Estratégico era una deuda pendiente que Gualeguay tenía consigo misma. Un par de veces se había intentado implementar este Plan, aunque sin lograr llegar a su conclusión, dice Míguez Iñarra. También la Corporación para el Desarrollo dictó el año pasado unos talleres relacionados con planificación y gestión de instituciones que fueron, diría yo, preparatorios. Específicamente en este caso la iniciativa surge de parte del Intendente Luis Erro, en conjunto con el secretario de Planificación Provincial, Arquitecto Guillermo Federik, en enero de este año”.

- ¿Cuál es el objetivo concreto del PEG y los beneficios que tiene para la ciudad?
- El objetivo es elaborar una herramienta orientadora del desarrollo, surgida en el ámbito de la participación ciudadana y necesaria para cualquier ciudad que hoy quiera desarrollarse en el mundo globalizado. El Plan también tiene previsto desarrollar una cartera de proyectos estratégicos que podamos ejecutar en el corto, mediano y largo plazo. Es importante poder aprovechar esta nueva oportunidad que se nos presenta, y concretar definitivamente el Plan Estratégico para el Desarrollo de Gualeguay.

- ¿Quiénes participan en la elaboración del Plan?
- Las tres patas de la estructura son: el Equipo Técnico, el Consejo del Plan Estratégico y la Sociedad Civil en su conjunto. En una primera etapa el Equipo Técnico elabora el proyecto y luego lleva adelante el proceso desde su faz metodológica, operativa, de síntesis y articulación de contenidos. El Consejo del Plan lo integran el Departamento Ejecutivo Municipal, el Concejo Deliberante, el Poder Ejecutivo Provincial, la Corporación para el Desarrollo de Gualeguay, la Sociedad Bomberos Voluntarios, la Asociación de Clubes y la Cámara de Empresarios. Sus principales funciones son impulsar y legitimar la elaboración y puesta en práctica del Plan. La Sociedad Civil tiene la trascendente tarea de aportar sus visiones, opiniones, proyectos, intereses, en un marco de diálogo y consenso entre todos los actores que se sienten comprometidos con el desarrollo de nuestra ciudad.

- ¿Qué factores se han tenido en cuenta en el análisis de situación de Gualeguay?
- Se ha realizado lo que se conoce como diagnóstico F.O.D.A., que consiste en hacer un análisis interno, de Fortalezas y Debilidades, y otro externo, de Oportunidades y Amenazas.

- ¿Cuáles son los datos que resaltan del análisis?
- Del análisis interno han ido surgiendo los principales problemas que tiene nuestra localidad: la falta de planificación del suelo, la falta de infraestructura industrial y turística, la falta de viviendas, el desempleo, la concentración económica en algunos sectores y la pobreza, como contracara, en otros; el gravísimo problema educativo ya que casi el 60 % de la población no ha alcanzado la terminalidad educativa, la problemática del sector salud, la decreciente calidad ambiental. Por otra parte, se determinaron las fortalezas de la ciudad: su patrimonio natural, su patrimonio cultural y arquitectónico, su ubicación estratégica en relación con las ciudades más grandes de Argentina, su producción de bienes primarios.

“Cómo curiosidad –destaca la Concejal- el Capital Humano fue considerado desde las dos ópticas, según la visión de cada uno de los participantes. Como Fortaleza, por la participación que tiene la gente en instituciones y la solidaridad manifestada ante situaciones de desastre; y como Debilidad, por la falta de participación ciudadana en asuntos públicos, la desconfianza, resistencia al cambio y fragmentación social”.

“Se ha analizado el contexto y allí es donde surgen las oportunidades –afirma Míguez Iñarra- como por ejemplo la posibilidad de desarrollar el turismo y la industria, de vincular la demanda de productos alimenticios de las ciudades con la producción primaria local, de poder generar proyectos regionales con ciudades aledañas, el poder aprovechar este momento histórico del PEG como ámbito de discusión del ordenamiento urbano, las posibilidades que nos da Puerto Ruiz y la cercanía con el Puerto de Ibicuy. También las Amenazas: el riesgo hídrico, la inseguridad creciente, la inestabilidad económica”.

- Nos desviamos un poco del tema. Estamos próximos a cumplir un año con las nuevas autoridades en el Ejecutivo y el Legislativo Municipal, usted como Concejal ¿qué evaluación hace de este primer año de gestión del Concejo y de la gestión del Intendente Luis Erro?
- En lo personal hago una evaluación altamente positiva, creo que el Ejecutivo con aciertos y errores ha ido cumpliendo objetivos de gobierno. No ha sido un año fácil, hemos sufrido crisis políticas, económicas, pero se sigue siempre para adelante. El trabajo en el ámbito del Honorable Concejo Deliberante ha sido arduo, se han sancionado leyes importantes en cuanto al tema vial, a la preservación del patrimonio arquitectónico, el presupuesto, regulaciones, etc. Nos queda pendiente legislar sobre la planificación urbana, código de faltas de la construcción, y algunos otros temas que no hemos podido terminar de analizar en profundidad.

- ¿Cómo es la relación actual entre el Concejo y el Ejecutivo Municipal?
- La relación actual es buena, a veces surgen problemas de forma, que han sido salvados. A veces las asperezas tienen que ver con fallas en la comunicación, aunque el diálogo últimamente ha mejorado. Creo que a pesar de las diferentes visiones que todos podamos tener, estamos trabajando para que a Gualeguay le vaya mejor.

- Como representante del pueblo, ¿qué necesidades importantes detecta en la ciudad y en sus habitantes?
- Muchas. Necesidades de todo tipo: económicas, sociales, laborales, educativas. También hay muchos vacíos legales que provocan problemas o situación de inequidad. A nivel Concejo creo que esta gestión le ha brindado a la gente un lugar donde poder expresarse, si bien muchas veces las soluciones a sus problemas no están a nuestro alcance como legisladores. Personalmente me siento muy orgullosa de haber sido elegida como Concejal y trato de trabajar todo el tiempo para cumplir con la gente y con mis funciones. De hecho he recibido dos becas este año: una como Concejal Líder que me dio el CIPPEC – Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Desarrollo- y otra que me otorgó el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la Universidad de Entre Ríos para estudiar la “Diplomatura en Gestión y Desarrollo Local” que se dicta en la sede UNER-Villaguay. Ésta carrera está muy relacionada con todo lo que es planificación estratégica ya que el propio Ministerio como promotor de proyectos de desarrollo busca capacitar gente de los distintos departamentos de la provincia, pues privilegia su inversión en ciudades que planifican y despliegan estrategias de desarrollo.

- ¿Cuál es su visión sobre Gualeguay y cómo le gustaría ver a la ciudad?
- Yo veo una ciudad con un desarrollo industrial incipiente y grandes posibilidades para darle valor agregado a los productos primarios, cuero y pieles. Veo también la posibilidad de impulsarnos como destino turístico, para lo cual debemos recuperar el río y el puerto, preservar nuestra arquitectura, promover la cultura y la identidad, invertir en infraestructura. Gualeguay tiene mucho potencial y es importante que todos seamos conscientes de ello, que lo podamos apreciar e impulsar. El desarrollo, el crecimiento, el futuro, dependen de todos nosotros.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

martes, 25 de noviembre de 2008

Y ahora...¿qué hacemos con los calzones de Nadal?


Todo empezó con una graciosa, pero poco feliz, frase de Juan Martín del Potro cuando ya Argentina se sabía finalista de la copa Davis. Refiriéndose a que vendría a jugar Rafael Nadal -su amigo- del Potro descerrajó un “que venga, le vamos a sacar los calzones…”, frase que fue festejada por todo el público presente en Parque Roca. Después llegaron todas las elucubraciones sobre en qué superficie había que jugarle a Nadal. Que polvo de ladrillo no porque era darle por ganado los partidos al número uno del mundo; que tenía que ser carpeta y si era carpeta tenía que ser un estadio cerrado.

Entonces comenzó la puja por qué ciudad sería la sede: Córdoba o Mar del Plata. Y vinieron veedores mundiales para inspeccionar las posibles cedes y dar el visto bueno. Y comenzó la lucha política, la de ellos –los políticos- que no dan puntada sin hilo y que aprovechan cualquier oportunidad que pueden para sacar un rédito, aunque más no sea figurar, salir en la foto, cueste lo que cueste –y vaya si costó unos cuantos millones que Mar del Plata fuera finalmente la cede- y Scioli pudo darse el lujo de que la final de la Copa Davis se jugara en la provincia de Buenos Aires.

Pero resulta que “el Rafa” se lesionó y no pudo venir a jugar, entonces muchos se empezaron a preguntar: ¿entonces que hacemos? Y trataron de hacer un poco más blanda la superficie. Todo para poder sacar un poco más de ventaja deportiva, que por supuesto es lícita y está dentro del reglamento. Pero ¿de qué sirvió?

Los españoles vinieron, sin Nadal, uno de los pilares fundamentales del equipo. Vinieron calladitos la boca, sabiendo que la fiesta se estaba preparando y ellos, obligatoriamente, serían los sparring para que los argentinos festejáramos la primera Copa Davis, ésa misma que está hecha con tanto peso para que no la pueda sostener un solo jugador sino cuatro, un equipo. Porque la Davis se juega en equipo, algo que es difícil de entender en el tenis, un deporte que es fundamentalmente individualista. Por esa razón misma, es difícil hacerle entender a un tenista los conceptos básicos que debe tener un equipo, porque el mismo tenis es individual. Y convengamos que cuando se juega dobles es bastante aburrido, jugarlo y más mirarlo.

En otros deportes como el rugby, por citar un ejemplo, es fundamental el trabajo de equipo. En un scrum son ocho jugadores que son uno. En el tenis no pasa lo mismo, el tenis es fundamentalmente un juego individual, y eso se nota.

Y en las afueras del estadio de Mar del Plata, la fiesta se palpitaba. Y los vendedores ambulantes, que parecido a nuestros políticos aprovechan las oportunidades, vendían “los calzones de Nadal” como un símbolo inequívoco de lo “ganadores” que nos creemos muchas veces los argentinos, de nuestro triunfalismo, de nuestra enfermedad crónica: el exitismo.

El equipo español, sin Rafael Nadal, nos demostró que muchas veces lo imposible se hace posible. El capitán del equipo, Emilio Sánchez Vicario, que sabe –y mucho- sobre entrenar, motivó especialmente a los jugadores haciéndoles entender que por algo estaban en ese equipo y que podían estar a la altura de una final de Copa Davis. Y vaya si lo estuvieron.

Del equipo argentino, mucho se habló. Se dijeron muchas cosas sobre peleas que en realidad no existieron, sobre conflictos que no son tanto. Sí existió un solo reproche; fue de un jugador hacia del Potro: “viste pendex, que no tendrías que haber ido a Shangai”. Algo injusto para el chico de Tandil, que arrancó entre los cincuenta mejores del mundo, que hoy es top ten; y que se ganó el derecho a jugar el Master por estar entre los ocho mejores del año.

Nos ganaron, bien, sin discusión, sin excusas. Nos demostraron que fueron mejores. Ojalá esto nos sirva para aprender de nuestros errores. Ojalá nos sirva para darnos cuenta que los partidos se ganan en la cancha y no fuera de ésta. Habrá otras finales para Argentina seguramente. Habrá otras oportunidades, ojalá las podamos aprovechar.

Mientras tanto, los vendedores ambulantes, habrán guardado los calzones de Nadal en alguna caja de cartón, para una mejor oportunidad. O quizás, en un tiempo, aparezcan en algún puesto en “La Salada” como un triste recuerdo de lo que fue, para todos los argentinos, esta final de Copa Davis.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

jueves, 20 de noviembre de 2008

“Las personas hacen que uno sea lo que es”

Entrevista a Liliana Herrero


Con una amplia discografía que va desde “Liliana Herrero” de 1987 con producción propia y de Fito Páez, dedicado a su hija cuando cumplió doce años, con temas como Canto al Río Uruguay de Ramón Ayala y Para el cachilo dormido de Atahualpa Yupanqui; hasta “Igual a mi corazón” editado este año y dedicado a su nieta y a Fito Páez; con Canto labriego de Teresa Parodi, La casa de al lado de Fernando Cabrera y Cais con letra de Ronaldo Bastos y música de Milton Nacimento, entre otros temas; Liliana Herrero se ha consolidado como una de las artistas más importantes de la música argentina.

Como una forma de festejar los veinte años desde el lanzamiento de su primer disco, Liliana está recorriendo -desde el año pasado- todo el país y Uruguay llevando a su público “Todos estos años de gente”.

- ¿Qué significado tiene “Todos estos años de gente”?
- Todos estos años de gente es una expresión de una canción de Luis Alberto Spinetta. Significa casi contar una vida lo cual no es poco. Es decir, todas las personas que hacen que uno sea lo que es. “Todos estos años de gente” es un reconocimiento a tantos con los que estuve cerca, como un homenaje a la capacidad que tenemos de juntarnos y escucharnos.

En su prolífica carrera artística, además de los once discos editados, Liliana ha puesto su voz en muchos discos de otros artistas y en películas, interpretando canciones como el tema final de la película XXY dirigida por Lucía Puenzo , “El cometa rojo” de Nordeste el film de Juan Diego Solanas o la maravillosa interpretación de “Palabras para Julia” el poema de José Agustín Goytisolo musicalizado por Paco Ibáñez, tema final de la película Kamchatka dirigida por Marcelo Piñeyro.

Esta artista entrerriana, reconoce que sus influencias musicales “son muy variadas, creo que en el acto de escuchar todo tipo de música uno enriquece el oído y trata con verdaderos monumentos de la música universal y de la propiamente argentina o latinoamericana. Escucho música clásica, tango, rock, jazz, folklore y la llamada world music”.
Nacida en Villaguay, en 1948, Liliana pasó su niñez y su adolescencia en esa ciudad de Entre Ríos. “Estuve en Villaguay hasta los dieciocho años, toda la primaria y la secundaria la hice allí”.

- ¿Cómo estaba constituida tu familia?
- Mis padres, claro, ellos ya no están; y dos hermanos: uno mayor que yo y otro menor. Uno vive actualmente en Santa Fe y el otro en Villaguay.

- ¿Qué cosas recordás de tu infancia?
- Es una pregunta compleja porque no se puede expresar en pocas palabras lo que es la infancia ya que la infancia es exactamente la patria, como decía el escritor Juan José Saer. Recuerdo el arroyo Villaguay, el rio Gualeguay. Nuestros viajes en tren a Gualeguay todos los veranos, la siesta, las escapadas al arroyo. Los infinitos amigos que uno tiene en la infancia, los juegos. Todo eso más el estudio, la música y las lecturas conforman mi infancia y la siento preciosa aún.
En 1966, Liliana viaja a Rosario para estudiar Filosofía. “En Rosario habían estudiado mis padres, mi papá estudió Bioquímica y mi madre hizo la carrera de Farmacia. Se recibieron los dos y se fueron a vivir a Villaguay. También mi hermano mayor ya estaba estudiando en Rosario medicina y teníamos todos los familiares de mi madre”.

- ¿Sentiste el desarraigo?
- Sí, claro. Sentí que estaba fuera de mi lugar pero los otros lugares siempre se van conformando con el tiempo como propios.

- ¿Cómo era ese Rosario, cómo te sentiste vos en esos primeros tiempos?
- Bien y mal. Fueron tiempos de profunda alegría, de combates y festejos por el futuro y también son momentos de mucha pena por los sucesos que la historia nos tuvo preparados y tal vez, nosotros, los de aquella generación no pudimos ver. Los momentos en Rosario están absolutamente ligados a los movimientos políticos y las vanguardias culturales de los años ‘60 y ‘70. Luego en los ochenta mi actitud también fue muy comprometida no solo con los derechos humanos sino también con todo el proceso democratizador del país.

- ¿Cómo era esa bohemia rosarina?
- Más que bohemia era un momento de mucho miedo e incertidumbre de modo que nos juntábamos para protegernos, para contarnos cosas, para cuidarnos y cobijarnos en la música.

- ¿Cómo conociste a Fito Páez?
- Conocí a Fito a través de Juan Carlos Baglietto y a Juan a través del gran músico y poeta Chacho Muller.

- ¿Qué es Fito en tu vida personal y profesional, y qué significa Mercedes Sosa?
- Fito es ya mi familia. Mercedes es la creadora de una forma de cantar que antes de ella no existía en la cultura argentina.

- Cuando desembarcó la trova rosarina en Buenos Aires en el ‘82, vos te quedaste en Rosario, ¿por qué?
- Porque yo tenía una hija a quien cuidar y porque ya se venía preparando el proceso democrático en el país y quería regresar a la universidad a dar clases. También porque no era mi intención cantar profesionalmente.

- ¿Cuándo fue tu venida a Buenos Aires?
- Vine en el año ’95 cuando ya sentí que no quería estar más en la universidad y porque mi marido, Horacio González, vivía en Buenos Aires.

- Empezaste tu carrera haciendo folklore, ¿definirías lo que hacés hoy, como música latinoamericana?
- No, jamás definiría mi música con esa generalidad que es la palabra latinoamericana. Mi música es argentina y se recuesta fundamentalmente en el folklore.

- Te lo pregunto porque escuché tu interpretación maravillosa de "Palabras para Julia", el poema del español José Agustín Goytisolo musicalizado por Paco Ibañez y cantar temas de Fito, es decir, excede lo que es el folklore tradicional...
- Sí, por supuesto mi música excede lo que es el floklore tradicional no solo porque suelo cantar otro tipo de canciones sino por el tratamiento mismo que le doy a los temas propiamente folklóricos.

- ¿Qué le has dado a la música y qué te ha dado la música a vos?
- Todo.
- Con todos estos años de carrera has madurado, eso se transfiere a tu forma de cantar. ¿Te sigue importando la calidad o más que nada la forma de comunicar y lo que transmitís?
- Si no persiguiera la calidad estaríamos en serios problemas. La calidad artística y musical es fundamental para hacer esta actividad. Con dos acordes no arreglamos los temas. Cantar es cantar afinado, con calidad y responsabilidad y además pensar y decir un territorio cultural.

- ¿Cuánto tenés de entrerriana, de rosarina y cuanto de porteña ahora?
- No sé. Tengo de todo un poco en todo lo que hago.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

lunes, 17 de noviembre de 2008

Los conflictos y las diferencias internas de Las Madres de Plaza de Mayo

Presentación del libro La otra lucha de Ulises Gorini



Si bien La otra lucha es la continuación de La rebelión de las Madres –primer tomo de la Historia de las Madres de Plaza de Mayo- puede leerse en realidad como un libro totalmente autónomo de su antecesor. Por diversas razones, la investigación de Gorini es inusual. Para convertirla en única obtuvo materiales inéditos y extraordinarios como las grabaciones de las apasionadas reuniones de Comisión Directiva de esas mujeres íntegras y heroicas que, unidas o separadas, decidieron luchar por lo imposible.

La otra lucha narra los conflictos, las contradicciones y las diferencias internas que atravesaron las Madres de Plaza de Mayo como institución.

El nombre del libro es -según el propio autor- “la expresión de las Madres de Plaza de Mayo; está tomado de una frase de Hebe de Bonafini dicha el jueves anterior a que asumiera la presidencia de la Nación Raúl Alfonsín, cuando estando en Plaza de Mayo les dijo a las demás madres: la semana que viene empieza la otra lucha”.

Ulises Gorini nació en La Plata en 1955. Es abogado, docente, periodista especializado en derechos humanos y se desempeña como director del periódico Acción. Escribió Lilí, presa política, El encubrimiento, Tópicos utópicos y A contrapelo, conversaciones con Osvaldo Bayer. En 2006 la editorial Norma publicó La rebelión de las Madres, primer tomo de la Historia de las Madres de Plaza de Mayo (1976-1983).

La presentación de La otra lucha –realizada el miércoles pasado por la noche en el Centro Cultural de la Cooperación, en Buenos Aires- contó con la presencia del sociólogo y politicólogo Atilio Borón, la actriz y narradora oral Ana María Bovo y el historiador y periodista Osvaldo Bayer.

Ulises Gorini sostiene que “ha habido un menosprecio de las Madres. Hay un valor ideológico en las Madres, son más que mujeres heroicas, son más que madres, son protagonistas”. El autor destacó que las Madres “fueron víctimas de la más terrible extorsión por parte de los militares” cuando en 1980 el gobierno les propuso armar una lista de veinte nombres de desaparecidos con el compromiso de dejarlos en libertad. Curiosamente, la Comisión Directiva de Madres estaba compuesta por veinte miembros. El objetivo claro del gobierno militar era crear un conflicto interno en la asociación para dividir a las madres y que perdieran fuerza en su accionar. Gorini, le dedica un capítulo de su libro a este hecho poco conocido de la historia argentina.

La actriz y narradora oral Ana María Bovo leyó, al público que concurrió a la presentación, el capítulo dedicado a “la lista”, uno de los capítulos más importantes y conflictivos del libro, y donde el autor compara este hecho con el tema de la película La decisión de Sophie de 1982 dirigida por Alan J. Pakula y protagonizada por Meryl Streep.

Para el sociólogo Atilio Borón, el libro de Gorini es “una obra monumental, una obra impresionante, producto de un análisis estrictamente riguroso, que plantea las contradicciones y los conflictos internos que atravesaba esa institución” y destacó que las Madres “fueron pioneras” en la lucha por los desaparecidos y los derechos humanos y que “tuvieron una enorme capacidad” como para denominar a los procesos democráticos latinoamericanos surgidos en la década del ’80 como “regímenes postdictatoriales”.

El historiador y periodista Osvaldo Bayer elogió el libro de Gorini: “es un libro valioso, profundo, escrito con suma bondad, uno se maravilla. Es un libro que va a durar mucho en la Historia por la documentación que tiene, en este libro está toda la dramaturgia, están las discusiones de las Madres”.

“Aprendí mucho de Hebe (de Bonafini) y de María de Antokoletz, cuando me venían a ver a mi departamentito, cuando yo vivía en Alemania, ojalá nunca se hubieran separado” afirmó Bayer. El autor de La Patagonia rebelde definió como “épica la lucha de ellas, nunca van a desaparecer. Yo quería escribir la historia de las Madres, pero varios autores se me adelantaron, pero Gorini lo ha hecho mucho mejor de lo que lo habría hecho yo” concluyó Bayer.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

jueves, 13 de noviembre de 2008

La tarea de interpretar el pasado

Entrevista al historiador Felipe Pigna

Si a algún chico de los últimos años de la escuela primaria, a un adolescente, o a algún joven se le preguntara el nombre de un historiador, seguramente el primero que surgiría, sería el de Felipe Pigna.
Para esos jóvenes, la Historia Argentina contada de una manera diferente llegó de la mano de este profesor de Historia nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, en 1959. Egresado del Instituto Nacional del Profesorado Joaquín V. González, Pigna, es autor de varios libros: Mundo Contemporáneo (1999), La Argentina Contemporánea (2000), Historia Confidencial (2003), Los mitos de la Historia Argentina (2004), Los mitos de la Historia Argentina 2 (2005), Los mitos de la Historia Argentina 3 (2006), Lo pasado pensado (2006), Evita (2007) y Los mitos de la Historia Argentina 4 (2008). Conductor -junto a Mario Pergolini- y guionista del ciclo “Algo habrán hecho” emitido por Canal 13 y Telefé respectivamente, que obtuvo el premio Martín Fierro 2005 y 2006 al mejor programa cultural. Conduce el programa “Lo pasado pensado” por Canal 7 y un programa con el mismo nombre en la radio FM Rock & Pop. Es director de la revista “Caras y Caretas” y del sitio de historia www.elhistoriador.com.ar.

- ¿Cómo es tu concepción de la historia?
- La historia ha logrado, tras siglos de debates, instalarse como una disciplina en la que la diversidad de opiniones y la toma de posiciones, el análisis con conclusiones, son componentes necesarios. No existen ni existieron jamás los historiadores imparciales u objetivos, y en este sentido podríamos citar el caso argentino de Mitre hasta nuestros días. De lo que se trata es de interpretar el pasado, no de narrarlo cronológicamente, para eso están los cronistas, que fueron y son obviamente subjetivos. Mi concepción de la historia está necesariamente vinculada por formación y elección al materialismo histórico y al modelo que instaló en el mundo de nuestra disciplina gente como Eric Hobsbawm, una historia basada en los documentos, una historia social, atenta a los procesos culturales y económicos.

- Tu gran mérito fue acercar la Historia a la gente, hacerla más "popular"…
- No me corresponde a mí hablar de mis méritos, pero si puedo decir que esa fue y es mi intención.

- ¿Te considerás responsable de esta nueva forma de contar la historia argentina?
- No le tengo miedo a la palabra responsabilidad, la asumo y me llena de orgullo tener que ver en este proceso innegable de acrecentamiento del interés por la historia. Tiene que ver con no subestimar a la gente, con respetar a los jóvenes -el cincuenta por ciento de mis lectores lo son-, con escucharlos, con conversar mucho con la gente que me lee, con tener en claro mi relación con ellos y no convertirme en uno de esos intelectuales que aman a la humanidad pero odian a la gente. No pasa, hay una fuerte corriente afectiva entre nosotros que se manifiesta en cada charla, en cada firma de libros, donde ellos saben que no me voy a mover hasta firmar el último libro, cuaderno o papelito y escuchar el último comentario, aporte, crítica lo que sea; y yo sé que me voy a ir contento y habiendo conocido gente nueva, historias locales, regionales, su problemática, sus alegrías, en fin, la maravilla del diálogo.

- Tu popularidad empieza con el primer libro de "Los mitos de la Historia Argentina" y de tu participación en “Cual es” el programa de radio de Mario Pergolini…
- En realidad mi popularidad arrancó curiosamente con la publicación de “Los mitos…” volumen 1, un libro publicado por una editorial como Norma que invirtió muy poco en publicidad y el libro se convirtió en el más leído en apenas un mes por el fenómeno de la difusión popular boca en boca. A la presentación del libro vinieron más de mil personas. Al poco tiempo comencé con mis columnas con Mario, el libro explotó, efectivamente y se tornó interesante para un segmento de público claramente joven. El público de Mario, que me aceptó, fue quien decidió casi plebiscitariamente que me convirtiera en columnista de "Cual es", en una columna completamente atípica que nunca duró menos de cuarenta minutos con picos de una hora diez en el trigésimo aniversario de la instalación de la dictadura cívico-militar de Videla.

- ¿Sos consciente que muchos chicos y jóvenes empezaron a interesarse por la Historia Argentina a partir de "Algo habrán hecho", que fue un gran mérito tuyo y de Pergolini de llegar a ese público?
- Soy absolutamente consciente y estoy eternamente agradecido a Mario y muy orgulloso por este logro.

- Muy pronto arranca la nueva temporada de "Algo habrán hecho" en Telefé, ¿ya tiene fecha de salida?
- Seguramente será a mediados de este mes. Nos ocuparemos en esta temporada del período 1896-1944, desde el suicidio de Alem -donde dejamos la historia en la temporada anterior- al encuentro entre Perón y Evita, pasando por las luchas de socialistas y anarquistas, los combates por el voto, la Ley Sáenz Peña, los gobiernos de Yrigoyen y Alvear, la Semana Trágica, las huelgas patagónicas, el golpe del 30, Lisandro de la Torre, entre otros temas.

- Y la semana pasada salió el cuarto tomo de "Los mitos de la Historia Argentina" con el peronismo del '45...
- Sí. Después de dos años de intenso trabajo de investigación salió el tomo 4 que se ocupa de un período clave de nuestra historia: el primer peronismo, con todo lo que ello implica.

- ¿Cuáles fueron las implicancias del primer gobierno de Perón?
- Esencialmente la incorporación de los sectores populares a niveles nunca antes alcanzados de acceso al consumo de bienes básicos y durables y a derechos de los que habían sido históricamente excluidos como la salud, la educación y la seguridad social. Y por supuesto la incorporación de la clase obrera como un sujeto social protagónico a la vida política nacional de la que había sido marginada por los partidos tradicionales.

- ¿Cómo hecho histórico ese gobierno marcó, a tu criterio, la Historia Argentina?
- Creo que sin dudas marcó y dividió en dos al siglo XX: antes y después de 1945. Es uno de los procesos más importantes y determinantes de nuestro siglo pasado.

- ¿Qué significan para vos y cuál es tu relación con historiadores como Osvaldo Bayer, Pacho O'Donnell y Felix Luna?
- A Osvaldo fue a quien primero conocí de los tres y con quien mantengo una intensa amistad y a quien considero un querido maestro. Él presentó los dos primeros tomos de “Mitos…” y escribió el prólogo del tercero. Dijo en público que me consideraba su mejor alumno, lo que me honra y me compromete en el mejor de los sentidos. Escribí un artículo en su último libro de debates y hemos dado juntos muchas charlas en distintas partes del país. La más reciente en Córdoba en el marco de un homenaje a la memoria del gran Agustín Tosco en la sede de Luz y Fuerza, su gremio. Es un ser extraordinario, de quien siempre se aprende y con quien es muy enriquecedor y a la vez desafiante discutir. A Pacho (O’Donnell) lo conocí discutiendo con él en un programa de Radio Mitre y al poco tiempo me llamó para que trabajáramos juntos. Lo hicimos en Canal 7 y en Radio Mitre por más de tres años y fue una interesante experiencia; disentir públicamente, coincidir a veces. Tengo muy buenos recuerdos de esa época y de Pacho en particular con quien nos vimos hace poco en los premios Planeta y recordamos viejos tiempos con mucha cordialidad. Con Félix (Luna) tenemos una relación de respeto mutuo, y siempre me gusta reconocer su lugar de pionero en esta lucha por hacerle llegar su historia a nuestra gente. Más allá de las diferencias, que son muchas con Falucho Luna, siento por él un gran respeto y reconocimiento.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com
Foto: Graciela Ocampo

viernes, 7 de noviembre de 2008

Las esperanzas puestas en Obama


El mundo entero tiene los ojos puestos en este hombre de 47 años, nacido el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawai, que tendrá en sus manos la responsabilidad de guiar los destinos de los Estados Unidos, cuando asuma su presidencia el próximo 20 de enero de 2009. El mundo entero lo está mirando porque es insoslayable la importancia y la influencia que tiene el país del norte en el contexto mundial.

Barack Obama asumirá en la peor crisis económica mundial, comparable –según los especialistas- a la gran crisis del año 1929. Las expectativas de los norteamericanos en particular y de los ciudadanos del mundo en general, son muchas. Barack Obama encarna las esperanzas de un cambio, las esperanzas de que las cosas puedan mejorar, las esperanzas de que “el sueño americano” todavía sea posible.

La opinión de Rosendo Fraga
Rosendo Fraga, es analista político e historiador, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría. Consultado sobre si lo sorprende este triunfo de Barack Obama en las elecciones estadounidenses, Fraga responde que “se sabe desde siempre, que cuando la economía esta mal, suele ganar la oposición y si al mismo tiempo, el Presidente que termina, lo hace con la menor popularidad desde que se hacen encuestas, es lógico, casi inevitable, que gane la oposición en cualquier país del mundo. Desde esta perspectiva, lo que sucedió el 4 de noviembre en los EEUU, no es ninguna sorpresa, sino todo lo contrario. Más allá de esta explicación simplista, la llegada de Obama al poder, tiene profundos significados”.

Con respecto al triunfo de Obama y sus significados, para Rosendo Fraga “el primero es que por primera vez llega a la Presidencia un afroamericano. Ello puede ampliarse, ya que no se ha producido un fenómeno similar en ninguno de los países del llamado occidente. La consecuencia es que ello permite a los EEUU, recuperar ante el mundo, la proyección de lo que Joseph Nye, llama el poder blando, que son los valores de la pluralidad, la libertad y el progreso social, que han caracterizado la cultura política del país, tras un período como el de Bush, donde sólo proyectó el poder duro, que es la capacidad militar, en este caso concentrada en la lucha contra el terrorismo. El segundo, es que el triunfo del candidato demócrata, es la consecuencia de un importante fenómeno socio-político, ya que en esta elección se ha registrado un record de concurrencia -en los EEUU el voto es voluntario- no sólo en cantidad, sino en porcentaje, votando aproximadamente dos tercios de quienes tenían derecho a hacerlo, cuando el promedio histórico es del 55%. Obama logró una concurrencia sin precedentes de dos segmentos que votaban por debajo del promedio, los jóvenes y los afroamericanos, en las últimas décadas poco interesados en la política. El tercero, es que fue una elección globalizada, seguida en todo el mundo y con sondeos a nivel mundial, que permitieron conocer cómo hubiera votado la humanidad, de haber participado en la definición política de quien gobernará los próximos cuatro años la primera economía del mundo. Cuatro cada cinco, votaban por Obama.

Fraga sostiene, acerca de la popularidad a nivel mundial que tiene Barack Obama, “que con su llegada al gobierno, EEUU tiene frente al mundo un Presidente que goza de su simpatía y ello es fundamental para recomponer la imagen internacional del país”.

Para Rosendo Fraga “el cambio político tiene lugar en momentos que el mundo sufre la crisis financiera global más grave desde 1929, la que como entonces ha comenzado en los EEUU y encauzarla o por lo menos contenerla, es el desafío inmediato del candidato vencedor, que iniciará su mandato teniendo que afrontar los costos sociales de esta crisis dentro de su propio país. Pero Obama ante todo significa la esperanza, no sólo para los norteamericanos, sino para el mundo”.

Los problemas que deberá enfrentar Obama
Cuando asuma la presidencia de los EEUU, Obama deberá encontrarle solución a varios problemas que son significativos para su país y para el mundo. Quizás el más importante sea la crisis económica generada en Estados Unidos y que ha afectado a todos los mercados mundiales. Los conflictos bélicos en Georgia e Irak -con los consabidos costos económicos que ello implica- es otro de los temas acuciantes. Pero además, se le exige al gran país del norte que debe tener conciencia de los graves problemas ecológicos –entre ellos el calentamiento global- que sufre el planeta y en los cuales el gobierno estadounidense no ha tomado cartas en el asunto, desconociendo el Protocolo de Kyoto que promueve la reducción de gases contaminantes que contribuyen al calentamiento del planeta. Las esperanzas y las expectativas de cambio están puestas en Barack Obama, estará en él y en su gobierno, que esas expectativas y esperanzas se transformen en una realidad.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

sábado, 1 de noviembre de 2008

Y un día...volvió Diego



Me gusta el fútbol, soy -podríamos decir- un amante del deporte del balompié, que antigüedad ¿no?
Creo que el fútbol, bien jugado, es uno de los deportes más lindos. Y como me gusta el fútbol, soy hincha de fútbol aunque no fanático. Lo era, pero perdí hace unos cuantos años atrás mi fanatismo cuando caí en la cuenta de que en el fútbol profesional de hoy, se juegan muchos más intereses económicos que deportivos. Igualmente, ese punto en cuestión no me impide ponerme nervioso, maldecir y disfrutar de un partido, aunque no con la intensidad con la que lo hacía cuando era un fanático del fútbol, cómo cualquier argentino.
Los argentinos sentimos, maldecimos y disfrutamos del fútbol, somos así. Y como nuestra idiosincrasia, la que nos viene de nuestros antepasados, en general italianos y españoles, es ser enérgicos, verborrágicos, discutidores y apasionados, nos tomamos el fútbol muy en serio, demasiado en serio, olvidándonos que no nos va la vida en el fútbol, sino que es un juego o un deporte, nada más. Y hablamos, opinamos y discutimos, con todas las energías.
Entonces, con todas esas energías hablamos sobre la Selección Argentina, el equipo de todos, el que nos representa futbolísticamente, y por el cual sufrimos, maldecimos, aplaudimos y disfrutamos.
Y la Selección Argentina está en boca de todos. Todos opinamos: que Basile, que Maradona, que Bianchi, que Russo. Todos opinamos, porque si de algo sabemos los argentinos es de fútbol…ah… y de política. Pero hablemos de fútbol. Todos opinamos: periodistas, locutores, comunicadores, jugadores, ex jugadores, todos, absolutamente todos. Que el técnico de la Selección tiene que ser Bianchi; que Maradona no sabe; que Bianchi sabe como conducir los grupos; que Maradona no tiene autoridad; que peor que con Basile no vamos a estar; que mirá Bielsa como acá no lo quería nadie en la Selección y ahora mirá que bien que juega Chile…
Y así, en los medios, se plantea también la polémica. Y pasan minutos y minutos de radio y televisión, centímetros y centímetros de papel, hablando de si Maradona se merece o no estar en la Selección Nacional. Y la pregunta queda flotando en el aire: ¿se merece Diego Armando Maradona ser el director técnico de la Selección Argentina? Y la respuesta totalmente subjetiva, mi respuesta… es sí. Se lo merece, sin dudas que se lo merece.
Conozco muy pocos jugadores – por no decir, casi ninguno- que haya estado en la Selección Argentina de fútbol y que sienta el orgullo, la pasión y tenga la entrega que tuvo Diego Maradona.
Los argentinos tenemos la suerte de poder decir que hemos tenido al mejor jugador de la historia del fútbol mundial. Pregunto: ¿es poca cosa? Y si Maradona ha sido el mejor jugador en la historia del fútbol mundial ¿no se merece una oportunidad para dirigir el seleccionado argentino?
A los que piensan que Maradona no tiene la autoridad suficiente para manejar un equipo donde hay jugadores con fama mundial y millones de dólares o euros en sus cuentas bancarias, pregunto: ¿existe alguien que haya jugado mejor al fútbol y sea capaz de poner en duda algo que pueda llegar a decir Maradona? Creo que la respuesta es simple: nadie.
A los que esgrimen el argumento de que Maradona fracasó dos veces como técnico, (en Mandiyú de Corrientes y en Racing Club de Avellaneda) cabe recordar que ninguno de los dos clubes tenía -en ese momento- un plantel discretamente competitivo. Y cabe destacar a los defensores de Carlos Bianchi -al que considero un excelente técnico- que él también tuvo dos fracasos (en la Roma de Italia y en el Atlético de Madrid). Los fracasos, muchas veces, no tienen un significado determinante.
A los que dicen y argumentan que Maradona no tiene la autoridad suficiente por los consabidos problemas de drogas que tuvo durante años, sería bueno recordar que Sergio Batista, actual técnico de la Selección Juvenil, también los tuvo y absolutamente nadie salió a ventilar ese tema porque, por supuesto, no correspondía, como no corresponde ahora.
Maradona cometió muchos errores en su vida, mayores o menores a los que cometemos todos, pero ¿por eso hay que estigmatizarlo y restarle méritos para dirigir la selección? Maradona se ha ganado el derecho a una oportunidad en la Selección Nacional a la que tanto le dio, de la que fue capitán, con la que se consagró campeón y sub campeón del mundo, en la que hizo el mejor gol que se haya hecho en la historia de los mundiales (a Inglaterra en el mundial de México ’86) Por todo y ¿qué más? bienvenido Diego Maradona a la Selección. Ojalá le vaya muy bien y si no sucede eso, habrá tenido lo que más quiere en este momento, habrá tenido su oportunidad, la que sin lugar a dudas se merece, aunque más no sea por la historia y por los momentos de gloria que él supo darnos a todos los argentinos.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com