sábado, 28 de marzo de 2009

“Si los generales no hubieran sido tan pusilánimes, hubiéramos podido ganar la guerra”

Nicolás Kasanzew, cronista de la guerra de Malvinas

Cuando uno recuerda la guerra de Malvinas y la manipulación de la información que hizo sobre ésta el gobierno militar de Leopoldo Galtieri, es inevitable la referencia al noticiero “60 minutos” de Argentina Televisora Color (ATC) conducido por Oscar Gómez Fuentes, aquel periodista que quedó en la historia por su frase “estamos ganando”, en referencia al conflicto bélico.

En este noticiero, que era el de mayor audiencia en nuestro país, se emitían los informes del periodista Nicolás Kasanzew, enviado especial como cronista de guerra a cubrir el conflicto en las Islas Malvinas, con imágenes grabadas por el camarógrafo Alfredo Lamela.

“Fue una sorpresa total para mí. Me enteré de la toma el 2 de abril por la mañana cuando me llamó Víctor Sueiro, y me fui deprimido a ATC convencido de que me había perdido todo, cuando me ofrecieron salir inmediatamente para Malvinas”, sostiene Kasanzew, que tenía 33 años en ese momento.

A veintisiete años del conflicto, lo primero que le viene a la mente cuando recuerda Malvinas son “los pilotos argentinos arremetiendo contra la flota inglesa, con aviones modelo 1950 contra fragatas modelo 1980, teniendo que atravesar una muralla de fuego y superar mil dificultades más, pero alcanzando su objetivo y diezmando al enemigo”.

- ¿Qué expectativas tenías, cómo imaginabas que iba a ser ir a las islas?
- Estaba convencido que iba a haber una verdadera guerra, aunque todo el mundo decía que iba a ser solo un amague, que se iba a negociar con los ingleses. Yo, que conocía bastante de historia y de la idiosincrasia británica sabía que ellos tratarían de borrar con sangre la humillación que sufrieron el 2 de abril.

- Creías que desembocaría en una guerra.
- Desde el momento en que vi en la revista Gente las fotos de los Royal Marines tendidos en el suelo o con las manos en la nuca, y nuestros comandos apuntándolos con sus armas. Esa humillación los ingleses iban a tratar de cobrársela con sangre. No negociarían.

- ¿Qué decía tu familia de que fueras a Malvinas a cubrir el conflicto?
- Estaban preocupados, pero sabían que yo estaba feliz. Siempre quise cubrir una guerra de alta intensidad y encima esta era una guerra justa de mi país contra los usurpadores.

Nacido en Salzburgo, Austria, este periodista de origen ruso blanco, descendiente de oficiales del Ejército del Zar, llegó con su familia a la Argentina cuando él tenía cinco meses. Comenzó en el periodismo como colaborador del diario La Nación, luego como redactor de la revista Siete Días, y en 1978 debutó en televisión en el programa Video Show.

- ¿Qué instrucciones tenías desde la producción periodística del canal?
- Ninguna específica. Hacer la mayor cantidad posible de notas, como siempre.

- Según tengo entendido, vos enviabas el material al continente y no sabías qué cosas salían al aire. ¿Cómo enviaban ese material y qué pensabas que salía al aire?
- El material se lo daba a los pilotos de Hércules y Fokker que burlaban el bloqueo y luego preguntaba por teléfono si lo habían recibido en la producción del canal. Siempre me decían que si. Obviamente, sabía que la censura me iba a “tijeretear” algo, pero nunca imaginé su magnitud.

Kasanzew vive actualmente en Miami, donde trabaja en la televisión de habla hispana, para la que cubrió también conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Líbano e Irak. Tiene cuatros hijos, tres de ellos han seguido los pasos de su padre y son periodistas. Sobre la guerra de Malvinas escribió dos libros: “Malvinas a Sangre y Fuego” en 1982 y “La Pasión según Malvinas” en 2008, un libro con fotografías que el periodista tomó con su Nikon personal durante el conflicto bélico.

- ¿Cómo fue tu llegada a Malvinas, qué sentías en esos momentos?
- Fue una gran emoción. Yo estaba pisando el suelo de esas islas que en la escuela las maestras nos habían enseñado a amar, que nos habían enseñado que debíamos algún día recuperarlas ya que habían sido injustamente ocupadas por los ingleses, y las habíamos recuperado. Y flameaba allí la azul y blanca.

- Cuándo comienza el conflicto ¿qué cosas te decían los soldados y cómo los veías?
- Al principio los soldados se mostraban de buen ánimo. Decían que estaban esperando a los ingleses. A medida que el tiempo avanzaba, el ánimo de los soldados iba desmejorando. Es que Menéndez los tuvo un mes y medio inmovilizados en pozos de zorro inundados, con deficiente alimentación. Los soldados querían ir a buscar a los ingleses y romper el impasse -muchos me lo decían- pero Menéndez permaneció pasivo siempre.

Nicolás Kasanzew accionando un cañón en Malvinas


- ¿Sentiste miedo en algún momento, durante el conflicto?
- En varios momentos. Sobre todo, cuando cayó una bomba relativamente a poca distancia de donde yo estaba y la onda expansiva de calor me golpeó en la cara. También cuando estaba regresando al continente, la noche anterior a la rendición, en un avión Hércules y los ingleses nos tiraron un misil.

- ¿Qué cosas viste en la guerra que hubieras deseado no ver?

- Hubiera deseado no ver la cobardía de los generales y el hambre de los conscriptos.

- Y viendo el hambre que pasaron los conscriptos, ¿no te parece que el Ejército no estaba logísticamente preparado para una guerra así?
- En toda guerra el soldado se alimenta peor que en la vida civil. Ni soñar con tener tres comidas calientes al día. Muchas veces la comida llega fría, o directamente no llega porque la zona esta siendo bombardeada. Eso pasaba a veces en Malvinas. Pero dependía mucho de la previsión y preocupación de cada jefe. En mi nuevo libro "La Pasión según Malvinas" yo publico, por ejemplo, fotos de los soldados del teniente Carlos Daniel Esteban, que enfrentaron el desembarco ingles en San Carlos, bajaron cuatro helicópteros ingleses y luego caminaron mas de 100 kilómetros hasta Puerto Argentino y se los ve hasta robustos. Pero la gran causa del mal abastecimiento argentino fue que Menéndez prohibió que se usaran los depósitos de alimentos y las ovejas de los kelpers. Y había más de trescientas mil ovejas en las islas. Menéndez protegía más los intereses de los kelpers que los de los soldados argentinos. Para colmo, cuando Menéndez se rinde, los ingleses abren una serie de contenedores que estaban rodeando su residencia y los encuentran repletos de comida. Así que no es que la Argentina no estaba preparada logísticamente, los que no estuvieron a la altura de las circunstancias fueron los generales.

- ¿En qué momento regresaste al país desde Malvinas?
- Cuando me enteré que el general Menéndez había tomado la decisión de rendirse, y que el piloto del Hércules que recién había traído un cañón para reforzar la defensa, no iba a entregar su avión e intentaría volver al continente, me subí a ese vuelo en un aeropuerto que ya estaba iluminado por las bengalas inglesas y bombardeado por ellos.

- ¿Qué hiciste cuando volviste al país después de la guerra?
- Apenas volví, me empezaron a perseguir. Primero, el gobierno del Proceso Militar que me dejo sin trabajo. Después llegaron las calumnias e injurias y finalmente el gobierno de Alfonsín me prohibió formalmente. Sus secretarios de Cultura, Carlos Gorostiza y Marcos Aguinis me dijeron que no podía trabajar por haber sido "la cara de Malvinas".

- Mirando hacia atrás después de tantos años, ¿cómo evaluarías la invasión a Malvinas?
- Antes que nada, no se puede llamar "invasión". Eso es utilizar la terminología del enemigo, de los ingleses. Nosotros no podíamos invadir las Malvinas, porque nadie invade su propio territorio. Lo que hicimos fue recuperarlas. Sigo pensando hoy que fue una gran patriada, donde muchos argentinos demostraron increíble valor y arrojo. Si los generales no hubieran sido tan pusilánimes, hubiéramos podido ganar la guerra. Y no lo digo yo. Lo dicen los propios ingleses, por ejemplo en el documental “Malvinas, lo que pudo haber sido” de Discovery Channel.

- ¿Cómo afectó tu carrera profesional el hecho de haber cubierto Malvinas?
- Hubo un antes y un después. Me calumniaron, persiguieron, prohibieron y tuve que buscar trabajo en el extranjero para poder sobrevivir. Pero al mismo tiempo es la experiencia más importante de mi vida tanto en lo profesional, por haber cubierto la única guerra que libró la Argentina en el siglo 20, como humana, porque me he hermanado con nuestros héroes, los soldados que defendieron la soberanía argentina.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

domingo, 22 de marzo de 2009

El marzo kirchnerista

El adelanto de los comicios

Marzo es un mes especial en la gestión kirchnerista. Es evidente que este mes tiene connotaciones particulares para el matrimonio presidencial.

Hace exactamente un año comenzaba la puja entre el campo y el gobierno nacional por la Resolución 125 cuya consecuencia fue una crisis -que si bien tuvo una tregua, no un final- tiene visos de comenzar nuevamente por estos días.

Como para honrar el primer aniversario de esa controversia que puso al país al borde de un caos, en esta semana, el matrimonio presidencial tomó la decisión de mandar al Congreso Nacional un proyecto de ley para modificar la fecha de las elecciones y llevarlas a cabo el próximo 28 de junio.

Parecería ser que al presidente del Partido Justicialista (PJ), cuando los calores agobiantes merman un poco, como pasa en este mes, le encanta sentir el calor de la lucha política, el fragor de las batallas mediáticas, las refriegas con sus adversarios políticos y no políticos, o todo aquel que se le ponga enfrente.

Néstor Kirchner no puede permanecer en un segundo plano, no logra quedarse en silencio en Olivos. Le gusta hablar, le gusta salir en los medios, le encanta confrontar, le alimenta el ego saberse protagonista de la realidad política actual.

Al ex presidente le agrada sentirse parte de la realidad política argentina. Pero, ¿le preocupa esa misma realidad política de la que él se piensa protagonista? Algo es evidente: sabe; es consciente que las cosas no le están yendo bien al gobierno encabezado por su esposa, y que el contexto de crisis mundial no es favorable. Por eso la decisión de adelantar las elecciones. Sabe; es consciente que el resultado electoral en octubre puede ser uno de los golpes más duros que reciba el gobierno después del rechazo de la Resolución 125 y del “voto no positivo” de Cobos en la Cámara de Senadores. Adelantando las elecciones, las posibilidades de que eso no pase, aumenta. Es decir, es un mero tema de probabilidades.

Es probable que si las elecciones son en junio -aprovechando una oposición casi inexistente, fracturada, diseminada en pequeñas porciones- el resultado sea favorable al gobierno. Si por el contrario, las elecciones son tal cual lo previsto según los tiempos que manda la ley, en una época donde la crisis mundial y el conflicto agropecuario son inevitables, es altamente probable que el resultado sea adverso.

Néstor Kirchner criticó a quienes se oponen al proyecto del Ejecutivo para adelantar las elecciones. Lo hizo en un acto que se realizó el martes por la noche en el Club Atenas de La Plata. “Cuando una provincia adelanta una elección está bien y es saludable para la democracia, como Catamarca o la Capital Federal, pero cuando lo hace Cristina es un acto antidemocrático”, dijo el líder de PJ.

En el mismo discurso arremetió contra los ruralistas diciendo que “el campo debe cumplir, como corresponde, su compromiso con el Estado y agregó que “las diferencias que tenemos con esas federaciones rurales deben ser definidas el 28 de junio en las urnas”.

Finalizando el discurso el ex presidente sostuvo que “el 28 de junio se votará por la profundización del modelo, de la inclusión social, de la seguridad y del nuevo modelo de país”.

Cabría preguntarse: ¿de qué modelo está hablando Kirchner? Porque si de algo está claro es que no existe un modelo, y que la exclusión social y la inseguridad están en franco crecimiento en nuestro país. Parece que la realidad de Kirchner es diferente a la realidad del resto de los argentinos y lo demuestra cada vez que habla.

Con todo esto, hay algo que queda más que claro. La decisión de enviar al Congreso un proyecto para adelantar las elecciones es, sin lugar a dudas, un signo de debilidad. Denota, quizás, el comienzo del fin del absolutismo político del matrimonio Kirchner.

En el transcurso de esta semana, en un programa periodístico de televisión, un periodista parlamentario dejó entrever un rumor que corría por los pasillos del Congreso de la Nación: si Kirchner no sale beneficiado en las elecciones, el matrimonio comienza a “emprolijar” todo para dejar el gobierno a fin de año. La versión parece, a priori, descabellada. Pero si de algo estamos acostumbrados los argentinos es a las decisiones descabelladas de quienes nos gobiernan. Basta con recordar las declaraciones del dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, el miércoles pasado para dejar una puerta abierta a esa posibilidad. "Nosotros queremos profundizar nuestro proyecto, porque todavía no logramos la justicia social que quisiéramos, pero si no quieren, si quieren que los gobierne Cobos, ¿qué problema hay? Que Cobos y Clarín se hagan cargo del país", sostuvo el líder piquetero.

El miércoles por la noche, la Cámara de Diputados de la Nación dio el visto bueno -con 136 votos positivos- al proyecto de ley para modificar la fecha de las elecciones. La semana próxima se votará en la Cámara de Senadores. Todo hace pensar que finalmente los comicios serán el 28 de junio.

Ante este resultado, la oposición se verá obligada a mostrar rápidos reflejos para tener, a principios del mes de mayo, sus candidatos definidos. Los días que se avecinan serán, no hay dudas, de una celeridad política notable.

Lo cierto es que dentro de exactamente noventa y ocho días se sabrá si el gobierno de Cristina Fernández y Néstor Kirchner sigue teniendo el beneplácito popular de otrora.


Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

viernes, 13 de marzo de 2009

Arnaldo Calveyra hace de la poesía una riesgosa aventura

Así lo definió Carlos Mastronardi en 1959


Considerado uno de los poetas argentinos más relevantes en la actualidad, reside en Francia desde 1960 hacia donde fue, becado, con el objetivo de escribir una tesis sobre los trovadores provenzales y se quedó a vivir en París. ¿Definitivamente? “Definitivamente es una palabra que no entra ni entró nunca en mi vocabulario, sostiene Calveyra, todo y cada cosa siguen abiertos a las contingencias, azares y cosas buenas o menos malas que nos puedan suceder”.

Estando en Francia conoció a Julio Cortázar con quien cultivó una estrecha amistad. “Lo conocí en el año 1960, él asistió a una lectura de poemas donde yo leí, entre otros, el texto sobre la rayuela de Cartas para que la alegría, cosa que lo impresionó mucho pues él estaba terminando en ese momento Rayuela, este fue nuestro primer encuentro de la serie de azares que fueron nuestros encuentros y nuestra amistad. Amigo perfecto, amigo siempre presente fuera cual fuera la circunstancia”.

La editorial Adriana Hidalgo editora, publicó a fines del año pasado el libro Poesía reunida donde consta la obra poética de Calveyra. El libro incluye: Cartas para que la alegría (1959), Iguana, iguana (1985), Diario del fumigador de guardia (2002), El hombre del Luxemburgo (1997), Apuntes para una reencarnación (2002) , Libro de las mariposas (1962), Maizal del gregoriano (2005), Diario de Eleusis (2006).

Este poeta, novelista, cuentista y dramaturgo, siempre ha escrito en castellano, pero muchas de sus obras fueron traducidas y publicadas primero en francés.

Arnaldo Calveyra nació en Gobernador Mansilla, departamento Rosario del Tala, el 23 de febrero de 1929. “Nací en el campo, a unos siete kilómetros de Mansilla, casi al lado de mi casa, paraísos de por medio, quedaba el camino que llevaba y lleva -sólo que bastante modificado- a Rosario del Tala. De ahí que no tenga sino escasos recuerdos del poblado en mis primeros años, sino es el de haber ido alguna vez con mi padre a ver un circo que pasaba por el pueblo, puesto que, como te digo, me crié en el campo. El paraje se llamaba chacras de Mansilla. A los 9 años, de la escuela del campo que era a la vez mi casa, donde vivía con mis padres, hermanas y hermanos, pasé a la escuela del pueblo donde terminé la escuela primaria, porque en la escuela del campo sólo había los primeros grados. Ese cambio de vida, del campo al pueblo no pasó sin penas, no entendía porqué tenía que abandonar un paraíso, así fuera por pocas horas”.

- ¿Qué recuerdos tiene de esos años?
- De esa época tengo recuerdos pueblerinos y en particular de mi vida como alumno de la escuela Nº 8, fueron cuatro años intensos en que, pese a que tuve que viajar diariamente desde mi casa hasta el pueblo, esas horas me permitieron llegar a conocer cada casa, cada nombre, calle y apellido de cada mansillense que con seguridad, por serme gratos, recuerdo hasta hoy. En mis libros he querido dar una idea del esplendor de la vida en el campo por aquellos años.

- ¿Cómo era la relación con su madre?
- Mi madre, que era maestra y que venía de Concepción del Uruguay adonde había nacido, me enseñó a leer en un libro de esa época, de primer grado inferior. Se llamaba Pininos, escrito por el maestro Pablo A. Pizzurno, razón de más, para mantener con ella una relación privilegiada que duró hasta el final de su vida.

- Cuando ella murió, usted escribió Libro de las mariposas…
- Tenés razón, a su muerte en 1962, yo pasé unos días en la abadía de Solesmes donde escribí ese libro que mencionas, Libro de las mariposas.

En ese libro, Calveyra escribió:

No me has encontrado, me anduve empapando de rocío. Temprano irisado.
Iba cantando, iba contándome, iba abriendo maizales con el canto al canto.
Los perros lo toreaban a Dios de tan visible.

Cuando termina la escuela primaria, Calveyra ingresa en el Colegio Superior de Concepción del Uruguay “Justo José de Urquiza” y en 1950 empieza a cursar la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. Por esos años comienza a trabajar los fines de semana como fumigador en los muelles de Ensenada, y es ahí donde escribe Diario del fumigador de guardia, libro de poemas que publicará, por primera vez en Argentina, la editorial Vox de Bahía Blanca en el año 2002.

Para 1959, cuando viaja por primera vez a Francia, Arnaldo Calveyra ya había publicado su libro Cartas para que la alegría y la obra de teatro El diputado está triste. Si bien ha escrito cuentos, obras de teatro y ensayos, la poesía es la que lo ha llevado a trascender.

Cuando se publica Cartas para que la alegría, Carlos Mastronardi escribe en la revista Sur Nº 261 de noviembre de 1959: "El movimiento poético que recorre este libro singular, donde Calveyra intenta un osado experimento estilístico, aparece regido por una suerte de música que viene de su infancia y a cuyo ritmo se muestra dócil. Las páginas de ’Cartas para que la alegría’ exhuman remotos hechos y borrosos estados de ánimo. Un lenguaje de tono parejo y homogéneo nos permite acceder a esas sustancias volátiles”.

Calveyra, siempre ha llevado consigo su tierra y el paisaje; su lugar. Su obra tiene raíces profundas en Entre Ríos.

En Cartas para que la alegría escribió:

El viaje lo trajimos lo mejor que se pudo. De todas las mariposas de alfalfa que nos siguieron desde Mansilla, la última se rezagó en Desvío Clé. Nos acompañamos ese trecho, ella con el volar y yo con la mirada. Venía con las alas de amarillo adiós, y, de tanto agitarse contra el aire, ya no alegraba una mariposa sino que una fuente ardía. Y corrió todavía con las alas de echar el resto: una mirada también ardiendo paralela al no puedo más en el costado de tren que siguió.
La gallina que me diste la compartí con Rosa, ella me dio budín. En tren es casi lo que andar en mancarrón.
Los que tocaban guitarra cuando me despedías vinieron alegres hasta Buenos Aires.
Casi a mediodía entró el guarda con paso de "aquí van a suceder cosas", y hubo que ocultar a cuanta cotorra o pollo vivo inocente de Dios se estaba alimentando.
En el ferry fue tan lindo mirar el agua.
¿Y sabes?, no supe que estaba triste hasta que me pidieron que cantara.

- ¿Cómo ha vivido el desarraigo?
- Cuando tuve que irme a Concepción del Uruguay para iniciar el bachillerato, sentí el mismo arrancón que cuando pasé de la escuela del campo a la del pueblo. Y también algo semejante, pero de algún modo diferente porque ya tenía dieciocho años, al irme a La Plata a seguir la facultad de Letras. Por suerte, en Buenos Aires estaba Carlos Mastronardi.

- ¿Cuándo conoció a Mastronardi?
- En 1949 en un viaje a Concepción del Uruguay con motivo del centenario del Colegio Nacional. Fui a saludarlo y le pedí que me ayudara a escribir poemas; él accedió; desde entonces lo visité los fines de semana durante los siguientes diez años en su casa de Buenos Aires. Con él era la calma del diálogo, el dejaba que las cosas se organizaran en la mente de uno, adquirieran su color, tampoco él tenía apuro, le debo, simplemente, haberme conectado -con semejante generosidad- con la gran poesía.

- ¿Qué cosas aprendió de él?
- El aprendizaje de la lectura al que perpetuamente me convidaba, con él aprendí a concentrarme en una página, en un poema que leíamos, y, simplificando mucho, puedo decirte que me enseñó la atención, me enseñó a estar atento, a concentrarme. A propósito de concentración, qué bueno sería escribir un cuento o algo por el estilo con tres personajes, por ejemplo, en lo posible poetas, no sé por qué me parece que los poetas son los que más tienen que ver con esto de la concentración, que “cuenten” la manera que tiene cada uno de ellos, siempre tres, de ponerse en situación, sería tal vez y de paso, una buena manera de dilucidar el misterio de los heterónimos de Pessoa* y también de los sueños porque, ¡cuántas veces en un sueño nos vemos confrontados a noticias, mapas, conocimientos, lenguas, realidades, irrealidades que ignorábamos en toda la línea del alambrado!. Por eso, vista de aquí y de ahora, la poesía, escribir un poema, sigue representando una posibilidad única de concentración, pero claro, por los caminos que vos te has ido forjando a través de los años en busca de esa concentración o incandescencia, está lejos de ser una concentración “a pedido”, un tema con seguridad incomunicable, sí; ha de pertenecer a las cosas incomunicables. Habría, con todo, que intentar escribir sobre ese movimiento que te lleva al poema. Petición de concentración.

- La escritora Inés Fernández Moreno me dijo, una vez, que la poesía es el lugar donde se condensa la literatura…
- Estoy completamente de acuerdo, la poesía ha de ser el lugar donde se condensa la literatura, y agrego: es el lugar desde donde una lengua se piensa…



* N de A: La poesía de Fernando Pessoa se fundamenta en el juego de personalidades que crea a través de los heterónimos, poetas inventados por él con personalidad y sensibilidad propia, creadores de diferentes mundos poéticos. Los principales heterónimos de Pessoa son Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com
Foto: gentileza Héctor Rio

martes, 10 de marzo de 2009

Alfredo Zitarrosa cumpliría hoy 73 años

Alfredo Zitarrosa nació en Montevideo, el 10 de marzo de 1936, como Alfredo Iribarne –apellido materno-, luego adoptó el apellido Durán, por los tíos que lo criaron, hasta que finalmente, en su adolescencia un argentino –llamado Alfredo Zitarrosa- se casa con su madre y le da el apellido definitivo con el cual sería conocido mundialmente.

Su vida en una zona rural de Uruguay hasta su adolescencia, influye notoriamente en lo que será su repertorio musical, esencialmente de raíz campesina. "No soy folclorista; soy cantor popular uruguayo, y mi canto es fundamentalmente de raíz campesina; todo es milonga, milonga madre, madre incluso del tango y del candombe...".

Desde muy joven trabajó como locutor en radio El Espectador y como periodista colaborando en el semanario Marcha que dirigía Carlos Quijano. En la radio El Espectador, era el encargado de leer al aire los editoriales que escribía su amigo Vicente Basso Maglio, de quién aprendió el oficio de periodista.

Luego de un viaje por Perú, donde casi por casualidad debuta como cantor en un programa de televisión en el Canal 13, canta por primera vez profesionalmente, en 1964, en el auditorio del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica) en Montevideo. "Al regresar a Uruguay, fui locutor de cabina y luego locutor de cámaras en Montecarlo TV Canal 4. También escribí cuentos en Acción y fui periodista en Marcha…”

Su primer disco, “Canta Zitarrosa”, un disco doble que en esa época se conocía como extended simple tiene en la cara A, Milonga para una niña y El Cambá y en la cara B, Mire amigo y Recordándote. Este disco abre el camino para la difusión de la música nacional de este género en Uruguay, compitiendo en ventas con el fenómeno popular de esa época: The Beatles.

El 29 de febrero de 1968, Alfredo Zitarrosa se casa con Nancy Marino, con quién tiene dos hijas: Carla Moriana y María Serena. Sus dos hijas fueron inspiradoras de dos bellísimas canciones: Para Carla Moriana y María Serena mía.

Debido a su militancia política, las canciones de Zitarrosa son prohibidas en Uruguay a partir de las elecciones de 1971 y esa prohibición se consolida con la dictadura cívico-militar de 1973.

Con el recrudecimiento de la persecución, lo convencen de salir de Uruguay rumbo a Argentina en 1976, hasta el comienzo de la dictadura militar, donde decide viajar a España, país donde vive hasta abril de 1979.

Se radica más tarde en México, donde aparte de cantar, trabaja como periodista en el diario Excelsior y en Radio Educación. A pesar de que esa época, según el propio Zitarrosa, es la menos creativa debido al dolor por el desarraigo y el exilio obligado, graba y edita varios discos en España, México y Venezuela. Participa en diversos festivales internacionales, como abanderado de la lucha a favor de la libertad del pueblo uruguayo y de otras naciones, y como referente ineludible del canto popular uruguayo y latinoamericano.

Desde 1965 hasta 1988, Zitarrosa grabó aproximadamente cuarenta discos, en diferentes países, pero fundamentalmente en Uruguay y Argentina. Recibió innumerables distinciones y premios, entre las que se destaca la Condecoración con la Orden “Francisco de Miranda” otorgada por el gobierno de Venezuela en 1978.

En 1983, con el advenimiento de la democracia en Argentina, Zitarrosa vive un tiempo en Buenos Aires y realiza un recital memorable en el estadio Obras Sanitarias. De ese recital, queda como testimonio, un disco grabado en vivo; “Zitarrosa en Argentina”, con los temas quizás más conocidos, como El violín de Becho, Si te vas, P’al que se va, Stefanie, Adagio a mi país, entre otros.En el estadio de Obras Sanitarias y ante una multitud al grito de ¡Uruguay, Uruguay! Zitarrosa dice en la presentación: “Queridos hermanos, queridos hermanos uruguayos, queridos hermanos argentinos, queridos hermanos quienes no sean uruguayos ni argentinos. La ausencia ha sido larga, el exilio es duro. Mi canción tiene una sola razón de ser y son ustedes, muchas gracias. Ojalá a partir de esta noche, ustedes me autoricen a seguir cantando en nombre de mi tierra”. Y piensa en un pronto regreso a Uruguay, lo que ocurre ocho meses después.

El 31 de marzo de 1984 Alfredo Zitarrosa regresa a Uruguay y es recibido por una multitud que lo aclama y lo acompaña desde el Aeropuerto Internacional de Carrasco, por todo Montevideo. Un Zitarrosa emocionado, con la profunda alegría por el reencuentro con su tierra, con los amigos, define ese momento como la experiencia más importante de su vida.

El 17 de enero de 1989, dos meses antes de cumplir los 53 años, Alfredo Zitarrosa murió. Su pueblo, el mismo que cuatro años antes lo había recibido en el aeropuerto de Carrasco, volvió a salir a la calle para acompañarlo y ubicarlo casi en la categoría de mito popular.

Guillermo Pellegrino, autor del libro Cantares del alma, una biografía de Zitarrosa, sostiene que este gran cantor uruguayo “ya está cerca de la categoría de mito, es un tipo que logra un lugar muy difícil; un consenso casi generalizado, lo quieren los jóvenes artistas de rock, lo veneran; y gente aún más joven también, tal vez un chiquilín no lo conoce, pero al tiempito ya sabe quién es Zitarrosa por los padres, porque su figura está, se ven fotos, se habla de él, se escucha su música y yo creo que va en camino de tener una dimensión más grande aún. Creo que con el tiempo va para eso; y también es increíble la veneración que hay por él en Buenos Aires y que se repite en todo el interior”.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

sábado, 7 de marzo de 2009

Hay que dejarlo gestionar

Los problemas por los que atraviesa el intendente Erro

“Hay que dejarlo gestionar”. La frase la pronunció la concejal Mariela Tassistro esta semana en una nota realizada por Jorge Barroetaveña en Radio Gualeguay, refiriéndose al intendente Luis Erro.

Lo que cabe preguntarse es: ¿qué ha hecho Erro en todo este tiempo sino gestionar?

Es que en este último tiempo, al intendente, los problemas de la ciudad parecen habérsele acumulado en un sinfín de acontecimientos poco felices para su gestión. Luego de poco más de un año desde que asumió, los problemas en el seno del Concejo Deliberante y la relación entre el Legislativo y el Ejecutivo han dejado marcas visibles en la gestión Erro.

Este verano, el problema surgido con el carnaval entre la productora L&B, la asociación de clubes y la municipalidad, dividió a la sociedad gualeya y puso en serios aprietos a Erro que se vio obligado a solucionar un problema que, si bien no lo tenía como protagonista directo, era -según la opinión pública- responsabilidad de su gestión y de sus colaboradores.

La solución que encontró -que la comuna se hiciera cargo de la organización del carnaval- no fue respaldada por toda la ciudad sino que dividió las opiniones sobre las consecuencias. La polémica no terminó con el carnaval, porque la decisión que tomó Erro puede traer conflictos y juicios por cifras económicas importantes que tendrá que asumir la comuna.

Un hecho significativo es lo que sucedió con el propietario de una ferretería que, en la mañana del martes, protagonizó un incidente frente al edificio municipal pidiendo a gritos que la municipalidad se hiciera cargo de una deuda supuestamente contraída por la productora que era organizadora del carnaval y que el comerciante pretende cobrar. Este suceso es una muestra de lo que puede llegar a ser un serio problema consecuencia de decisiones que debió tomar el intendente.

Uno de los protagonistas de la semana encargado de remarcar errores en la gestión de Luis Erro fue el líder y candidato a intendente en las últimas elecciones por Nuevo Espacio, Víctor Frare, quién denunció en diferentes medios supuestas irregularidades en la contratación de la empresa BioLuján, encargada del tratamiento de los residuos de la ciudad.

Entre otras cosas, Frare denunció que los pliegos para la licitación pública se hicieron a la medida de BioLuján y que de esa forma la empresa se vio beneficiada. Otra de las denuncias es que la empresa cuenta con un capital que solo llega a los doce mil pesos y que en el contrato que suscribió con la municipalidad no se le pide un seguro de caución y que por ende no sería responsable ante un eventual problema. Además, el contrato suscripto es de diez años con opción a diez años más con la sola condición de que BioLuján la comunique por carta documento. Pero si la empresa quiere rescindir el contrato lo puede hacer solamente con treinta días de anticipación, sumergiendo a la comuna en un grave problema.

Con referencia a este tema, el concejal Oscar Logullo denunció que la empresa BioLuján se comprometió a entregar una cantidad determinada de contenedores de cincuenta y de mil litros cada cuatro meses, cosa que no ocurrió hasta el momento. Logullo hizo hincapié en que la planta de tratamiento de residuos está recibiendo solo el 10% de los residuos que debería recibir y que existen problemas con los empleados. Según la declaración de Logullo a este semanario, los empleados se quejan de incumplimientos en las ART y ausencias de medidas de seguridad. “Lo concreto, dijo el concejal, es que hoy no se está tratando la cantidad de basura correspondiente”.
Otro de los temas importantes es la deteriorada relación entre el Concejo Deliberante y Luis Erro. La elección, como presidente del Concejo, de Sergio Perier en reemplazo de Mariela Tassistro es otro golpe asestado al intentente.

Perier ha sido muy crítico de la gestión de Luis Erro y de algunos colaboradores cercanos, sobre todo en los últimos tiempos. Según los dichos de Perier la idea es “tratar de ayudar y hacer aportes a la gente de Gualeguay”. El concejal anunció que volverá a intentar reconstruir la relación con el Ejecutivo. Habrá que ver en qué medida los deseos del nuevo presidente del Concejo se pueden hacer realidad, por el bien de la ciudad.

En definitiva, son varios los golpes que ha recibido Luis Erro, tanto o más de los que recibía en su época de jugador de fútbol como número 10 de Sociedad Sportiva.

Quizás tenga razón la concejal Mariela Tassistro cuando declaró en Radio Gualeguay que no es fácil estar sentado donde está el intendente y que hay que dejarlo para que gestione tranquilo.

Por ahí, las cosas le salen mejor.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

martes, 3 de marzo de 2009

Lloran las palabras

Murió el periodista y poeta uruguayo Salvador Bécquer Puig


Dicen que cuando muere un poeta lloran las palabras. Y debe ser cierto nomás. Hoy las palabras lloran a Salvador Bécquer Puig. Este poeta y periodista uruguayo falleció en Montevideo a menos de un mes de haber cumplido los setenta años.
Bécquer Puig nació en la capital uruguaya el 9 de enero de 1939 y desde joven tuvo afición por la literatura. Amigo entrañable de Alfredo Zitarrosa con quién compartió el gusto por la poesía y la narrativa, era miembro del concejo de Honor de la fundación Alfredo Zitarrosa.
“Lamentablemente hoy no es un día afortunado, dijo Víctor Hugo Umpiérrez secretario general de la fundación Zitarrosa a LA PALABRA DESNUDA, puesto que pasada la medianoche falleció nuestro querido amigo, hermano de Zitarrosa, el poeta, periodista y locutor, Salvador Bécquer Puig. Hoy es un día muy triste para todos nosotros, porque además Bécquer fue un baluarte para esta institución, miembro del concejo de Honor de la Fundación, por el mérito de su trayectoria y por su apoyo indoblegable para que esta institución pueda ser lo que Alfredo se merece”.
Bécquer Puig ejerció, como periodista, la crítica literaria en el legendario semanario uruguayo Marcha que dirigía Carlos Quijano, donde escribían Juan Carlos Onetti, Eduardo Galeano, Mario Vargas Llosa y el propio Zitarrosa.
Fue corresponsal de las agencias internacionales Reuters entre1976 y 1982 y Ansa desde 1982 a 2004.
Recibió el premio Bartolomé Hidalgo en 1993 por el libro "Si tuviera que apostar"; el premio Juan José Morosoli en el 2000, por el conjunto de su obra literaria y en 2001 el primer premio en Poesía del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay en la categoría Inéditos, por su libro "Falso testimonio", publicado como "En un lugar o en otro".
Entre sus libros figuran “La luz entre nosotros” (1963), “Apalabrar” (1980), “Lugar a dudas” (1984), “Si tuviera que apostar” (1982), “Por así decirlo” (2000) “En un lugar o en otro” (2003) y “Escritorio” (2006)
Sus poesías forman parte de numerosas antologías en diferentes países como España, Francia, Brasil y Canadá.
Escribió Puig en “Escritorio”, su último libro:

Negocios

Mi negocio es la vida.
La muerte sólo pasa la factura.
Algunos entendidos aseguran
que hay algo más:
la herencia de la muerte.
Para mí —contradigo— el negocio
es mirar unas gaviotas, ponerle nombre
a cada una de ellas y,
como digo gaviotas,
puedo decir el aire en que planean,
cada aleteo del viento.
Es cierto que, cuando los nombres
diversos del aire pasan a ser silencio
o noche, las gaviotas se van,
son simplemente ideas,
vuelos imaginados, alas
que no se ven,
negocios extraviados.
Los asesores de confianza,
expertos, sin embargo,
creen firmemente en su
particular nombre de pila,
acaso más que en Dios.
Cuando oyen ese nombre
se dan vuelta en la calle
como cualquier mortal o como
si fueran un vecino de tantos,
pero no saben bien qué diferencia hay
entre una bandada de gaviotas y el nombre
—escondido— de cada una de ellas.
Este es sólo un ejemplo de negocios.
Hay otros y muy prósperos.
La idea del negocio
es el comienzo de la vida
que tiene, entre otras cosas,
una descomunal plusvalía de risas.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

domingo, 1 de marzo de 2009

Comienza el ciclo lectivo 2009 en el BAPA “Roberto N. Epele” de Gualeguay.

Entrevista a su rectora, María Elena Stegeman de Lazo


La Escuela Provincial de Nivel Medio Nº 98 Bachillerato Acelerado para Adultos (BAPA) “Roberto N. Epele” comienza mañana su ciclo lectivo 2009. Esta escuela, dedicada a la educación para adultos, fue creada el 20 de mayo de 1989.
Próximo a cumplir veinte años, el BAPA forma parte de otra institución la Escuela “Marcos Sastre” donde funciona en horario nocturno. Su actual rectora, la Profesora María Elena Stegeman de Lazo afirma que “la expectativa para este año es la de brindarle a los alumnos las posibilidades de un desarrollo integral en lo personal, inserción laboral y además que puedan continuar otros estudios”.

Los alumnos del BAPA pueden elegir entre dos orientaciones muy disímiles: Industrias Alimenticias y Medios de Comunicación Social. “La elección de los alumnos por alguna de las orientaciones es bastante equitativa, aunque existe un poco más de inclinación hacia Medios de Comunicación Social”, sostiene su rectora.

María Elena Stegeman de Lazo comenzó como docente en este establecimiento educativo desde la misma época de su fundación “cuando me convocó el entonces rector organizador Daniel González Rebolledo. A partir de agosto de 2005 concursé el cargo de rectora reemplazando a María Angélica Esquivel”.

- ¿Cuáles son los principales objetivos para este año?

- Acá se deben tener en cuenta los objetivos institucionales que siempre a perseguido esta escuela que es la de garantizar al adulto el desarrollo de su personalidad en un clima democrático, además de ofrecerle oportunidades de estudios de nivel secundario y brindarle al adulto una estructura educativa funcional que se adecue a sus características personales como a las exigencias del nivel medio. Respetar la heterogeneidad de las situaciones iniciales de los adultos que se reincorporan al sistema educativo.

- ¿Cómo ha sido la inscripción este año con respecto a los anteriores?

- Mejora año tras año. Ya hay listas de espera y continúan acercándose a matricularse.

- ¿Cuáles son los requisitos?

- Uno de ellos es el de tener dieciocho años y séptimo año aprobado. El BAPA es una escuela media en la que pueden continuar sus estudios secundarios aunque tengan un poco mas de sesenta años.

- Las diferentes edades de los alumnos ¿dificulta la educación?

- No. Cuando ellos llegan lo hacen con un solo objetivo, el de promocionar y egresar. La dificultad se puede dar al principio hasta que se logre nivelar sus saberes y esa es una tarea que los docentes de la casa se encuentran capacitados para desarrollar, siempre respetando las diferencias.

- ¿Cuáles son las principales características de la educación de adultos?

- La personalidad del adulto es distinta a la del adolescente. Los primeros te llevan a prepararte y capacitarte siempre, ya que se interesan más, te hablo del adulto propiamente dicho y el que concurre a culminar sus estudios es porque realmente le interesa. En cambio los más jóvenes van más obligados y en algunos casos llegan por que han pasado por todas las escuelas de la zona y ahí es donde nosotros nos encargamos de homogeneizar los grupos dándoles más exigencias a los adolescentes. Muchas veces son estos jóvenes los que se encargan de nivelar los saberes ayudando a los mayores porque ellos traen los conocimientos más frescos que los otros. Hay alumnos que la última vez que pisaron una escuela es veinte o treinta años atrás y otros que vienen de una escuela diurna y que abandonaron el año anterior.

- ¿Por qué se elige estudiar en el BAPA?

- Por las dos orientaciones que existen en la escuela, porque es un bachillerato acelerado y también porque hay muchos alumnos que han transitado por otras escuelas medias y se exceden en la edad.

- ¿Cómo es la relación entre docentes y alumnos?

- La relación entre docentes y alumnos en este nivel medio educativo es diferente al que se tiene con los adolescentes. Se pueden establecer vínculos de convivencia en buenas condiciones.

- ¿Y la relación entre los docentes y el cuerpo directivo del BAPA?

- Yo diría que es muy buena. Se pueden proponer acuerdos a través del consenso y del diálogo.

- ¿En qué condiciones edilicias se encuentra la escuela, qué falencias o necesidades existen?

- Primero y principal es que hay limitaciones para el desarrollo de las orientaciones, poco espacio físico y recursos materiales. El BAPA no ha recibido aportes para las disciplinas específicas, no cuenta con proyectos o planes que podrían mejorar la calidad educativa.

- ¿Cómo es, en su opinión, el nivel de educación en Gualeguay?

- No es de los mejores. Pero eso es una consecuencia de la desvalorización social de la tarea docente. Las condiciones laborales no son buenas, no hay capacitación específica que llegue para todos, tampoco hay espacio rentado para planificar, estudiar e investigar. Hay población elevada de alumnos por aulas y no se ha logrado establecer un salario adecuado al trabajo docente.


Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com