domingo, 14 de marzo de 2010

Jorge Guinzburg, un grande del periodismo humorístico

A dos años de su muerte





“Solo era pequeño de estatura” dijo Joan Manuel Serrat cuando, muy apesadumbrado, hablaba sobre la muerte de Jorge Guinzburg. Para muchos la frase de Serrat era tan cierta como el cariño que tenía la gente por este periodista, humorista, creativo publicitario, productor de teatro, guionista de radio y televisión.

Guinzburg era una persona muy querida en el ambiente artístico y por el común de la gente. Había obtenido el cariño y el respeto de todos, por su buen humor y por la maravillosa cualidad de saber reírse de sí mismo.

Talentoso como pocos, logró dejar su impronta en la televisión argentina donde alcanzó la popularidad pero antes había trabajado en distintos medios gráficos y en radio.

La mañana del 12 de marzo de 2008 cuando se conoció su muerte ocurrida en el sanatorio Mater Dei, todos los medios de comunicación se hicieron eco de la penosa noticia aunque días antes se sabía que su estado de salud era delicado. Tenía 59 años y sus restos fueron despedidos en un multitudinario adiós en el cementerio de La Tablada en el gran Buenos Aires.

El último ciclo de su programa Mañanas Informales en Canal 13 había logrado en 2007 un notable éxito para un programa de televisión en un horario marginal, donde Guinzburg desplegaba su oficio de humorista, periodista y conductor acompañado por Ernestina Pais.


Una de las anécdotas de ese programa, que quedó en el recuerdo, fue cuando jugaron una apuesta él y Gastón Recondo, columnista deportivo del programa. Por esa apuesta, perdida por Guinzburg, el conductor tuvo que afeitarse su prominente bigote – parte totalmente impuesta de su fisonomía personal - en cámara.

El 23 de marzo de 2007, Recondo comentó al aire que quería bajar de peso para llegar al 4 de mayo, día de su cumpleaños, pesando 83 kilos o menos. Guinzburg, quien aparentemente no tenía mucha fe en su compañero, dijo en cámara: “si vos pesás 83 kilos o menos, yo me saco el bigote”. Así quedó planteado el desafío que unos meses después hizo que se cumpliera la apuesta en vivo en Mañanas Informales.

Su debut en televisión
Guinzburg había hecho su debut frente a las cámaras de televisión en 1986 en La noticia rebelde en Argentina Televisora Color (ATC), hoy Canal 7, en el horario central de las 19. El programa era conducido por Adolfo Castello, Jorge Becerra, Nicolás Repetto, Carlos Abrevaya y Jorge Guinzburg.

El propio Nicolás Repetto recordaba hace unos días atrás en una nota que le realizaron en una radio, que él había trabajado con Becerra y Castello en Semanario Insólito, programa pionero en su género periodístico-humorístico que conducían además Raúl Portal y Virginia Hanglin en ATC en 1982 y 1983, y años después Raúl Becerra le propone hacer un programa (La noticia rebelde) con “dos nuevos”, conocidos del propio Becerra, esos dos nuevos eran Abrevaya y Guinzburg.

Luego del ciclo La noticia rebelde, y una vez aprendido el oficio de la televisión, Guinzburg ideó otros programas como Peor es nada donde trabajó junto a Fontova; Tres tristes tigres del trece, junto a dos de los Midachi: el Chino Volpato y Dady Brieva; y uno sus programas más recordados, La Biblia y el calefón.

Los comienzos
Guinzburg había comenzado su carrera junto a Carlos Abrevaya a principios de la década del ‘70 como guionistas de un programa que tenía Juan Carlos Mareco (Pinocho) en Radio Rivadavia y luego cumpliendo la misma tarea en el Fontana Show conducido por Cacho Fontana.

Años más tarde los dos formaron parte de Satiricón, revista creada por Carlos y Oscar Blotta y Andrés Cascioli; que contaba entre sus huestes a Mario Mactas, Alejandro Dolina, Carlos Ulanovsky, Roberto Fontanarrosa, entre otros.

Guinzburg también formó parte de la revista Humor, dirigida por Andrés Cascioli desde 1978, que tuvo una importante participación en el humor político de nuestro país durante el último gobierno militar.

Los premios
Jorge Guinzburg fue, sin dudas, un generador permanente de ideas que aprovechó el humor para llegar mucho más allá en lo periodístico.

Durante su vida recibió importantes premios nacionales e internacionales. Tal vez los más significativos fueron: el Premio Konex de Platino como mejor conductor de la década (1990/2000) y varios Martín Fierro en conducción, creación y producción de varios ciclos.

Nada más acertado que la frase del Nano Serrat: Guinzburg solo era pequeño de estatura.


Claudio Carraud


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