lunes, 8 de junio de 2009

A De Angeli se le escapó la tortuga

Los exabruptos del líder de la Federación Agraria de Entre Ríos

“A De Angeli se le escapó la tortuga” dijo el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi en relación con el exabrupto que cometió el dirigente entrerriano Alfredo De Angeli.
Tarde o temprano iba a pasar. Era inevitable que este hombre, líder de las huestes de Gualeguaychú, -primero en el corte del puente internacional que une esta última con Fray Bentos por el conflicto con la papelera Botnia y luego en los cortes de la ruta nacional 14 en el conflicto que se desarrolló el año pasado entre el gobierno y los sectores ruralistas por la famosa Resolución 125 sobre las retenciones a las exportaciones de granos y que culminó con el “voto no positivo” del vicepresidente Julio Cleto Cobos- patinara en algún momento y cometiera un error producto de su verborragia.
Ya el año pasado justo para esta época, y en pleno conflicto agropecuario, esta figura representante de los pequeños productores caminaba por la delgada línea que separa la arenga enfervorizada en la tribuna política del insulto pueril e innecesario.
Es que, es innegable que a este hombre de campo, bonachón y querible le gusta la exposición mediática. Se siente a gusto en los medios y hay que reconocerle que durante todo este tiempo ha ido agarrando “cancha” para manejarse con los periodistas. En la radio y en la televisión el llamado “torito de Gualeguaychú” –por aquel famoso toro inflable que se puso en la plaza del Congreso el año pasado, al que habían bautizado Alfredito- se mueve con mucha soltura, tranquilo, como si hiciera años que tiene contacto mediático con periodistas y analistas políticos.
Más de una vez ha sabido sortear preguntas complicadas y ha dado -en los medios nacionales- la imagen de un simpático “gringo chacarero entrerriano” con condiciones innatas de líder.
Y ese es un mérito en De Angeli, hacer pie en lugares donde a más de uno se le movería el piso. No debe ser fácil estar frente a las cámaras de televisión, con “pesos pesados” -periodísticamente hablando- y mantener un discurso sustancioso y coherente. Como dice un amigo “a más de uno le temblaría el garrón”. Y no cabe duda de que a Alfredo De Angeli no le tiembla nada.
Pero eso mismo termina, a la larga, jugándole una mala pasada. Esa soltura que ha adquirido para hablar con los medios en algún momento hace que se relaje, que deje salir ese “gringo chacarero entrerriano” y descerraje un “tengo que tratarlo de eso, de pelotudo; se quedó leyendo el diario de la década del '70” y “no puedo creer que un ex presidente diga tantas pelotudeces”, refiriéndose a los dichos del ex presidente Néstor Kirchner que dijo: "cambiaron los tanques por tractores" y en una recorrida por la localidad de Esteban Echeverría, disparó: "El clima destituyente está en las sombras. No tengan ninguna duda".
Más allá de lo que se pueda pensar sobre los dichos del ex presidente, nada justifica el insulto, porque se entra en un terreno peligroso donde no conviene estar.
De Angeli no hace otra cosa que inmiscuirse, con su verborrágica actitud, en el juego de una campaña política candente y donde él –en última instancia- debería mantenerse al margen, ya que no es candidato.
En esta misma semana el propio De Angeli intercambio “golpes” con el ex gobernador Jorge Busti, cuando dijo que la lista kirchnerista "es la lista donde va la señora Cristina Cremer de Busti porque el otro día en Galarza dijo que hasta el 28 estaban con el kirchnerismo. Quiere decir que después no nos garantiza que no queden. No representan al sector y eso es no representar a los pueblos del interior. Cuando digan públicamente que no van con el proyecto Kirchner uno puede empezar a pensar distinto".
A los dichos de De Angeli se interpusieron los de Busti: "el torito mediático de Gualeguaychú que los mataba (electoralmente) a todos; por qué no se presentó de candidato, y ahora encima dice a quién hay que votar y a quién no, y nos pone el peronómetro a nosotros; pero que no sea caradura y se ocupe de lo de él, y que se anime y se presente en democracia a ser candidato".
Metiéndose en una pelea sucia, hablando casi sin control, cometiendo algún que otro exabrupto, De Angeli, pasa de ser un representante del sector de pequeños productores del campo, a parecerse mucho más a un Luis D’Elía prepotente que “odia a la oligarquía”.
De Angeli debería saber medir mejor sus intervenciones en los medios. Tendría que “amansarse” un poco antes de hablar con el periodismo. Debe –necesariamente- cumplir su función como máximo representante entrerriano de una federación nacional. Porque con su actitud no se beneficia él, ni beneficia a quienes representa, más bien todo lo contrario.
Y sería muy conveniente que le pusiera un buen bozal a la tortuga, para que no se le vuelva a escapar.

Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

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