sábado, 19 de septiembre de 2009

Marcelo Gómez, creador de talentos



Juan Martín Del Potro entró en la historia grande del tenis mundial cuando, tras vencer al número uno del mundo Roger Federer, se consagró campeón del US Open, uno de los cuatro torneos de Grand Slam.

Desde que Guillermo Vilas ganó en 1977 ningún otro latinoamericano había ganado el US Open hasta el lunes pasado. Del Potro, nacido en Tandil el 23 de septiembre de 1988, logró la hazaña y su sueño de chico, cuando comenzó a practicar tenis en las canchas del Club Independiente, en su ciudad natal.

Marcelo Gómez es uno de los responsables del presente que vive Del Potro. El “Negro” Gómez –como se lo conoce en Tandil- fue quién le enseñó a jugar cuando Juan Martín tenía 6 años y lo entrenó hasta el año 2007, cuando logró escalar hasta el puesto 53 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).

El lunes a la tardecita la ciudad de Tandil se paralizó para ver el partido más importante de la carrera de Juan Martín Del Potro. Independiente se llenó de chicos y grandes que alentaron a Del Potro mirando el partido en una pantalla gigante instalada en el quincho del club.

Al día siguiente del gran triunfo de Del Potro, pudimos dialogar con Marcelo Gómez para hablar sobre el gran presente que vive “La torre de Tandil”.

- ¿Dónde viste el partido?
- En el club, se puso una pantalla gigante que fue lo que mostraba ESPN durante el partido.

- ¿Cómo viste el partido?
- Yo creo que Juan Martín en ese partido pasó por todas las etapas. Al principio no sentía los golpes; no anduvo bien, pero siguió luchando. Creo que el secreto del partido estuvo ahí; no dejó nunca de jugar, no dejó nunca de insistir, de luchar. Al principio lo sufrí mucho porque veía que Juan Martín no jugaba, que estaba muy nervioso, que él se sentía superado por Federer.

-¿Creés que Juan Martín sintió la presión psicológica de estar enfrentándose a Federer?
- No. Él lo que sintió es un vendaval de Federer que jugó increíble. No le dio chance, lo hizo dudar todo el tiempo y jugó al límite todo el tiempo. Lo tuvo contra las cuerdas, no lo dejó hacer nada y Juan Martín no centraba la pelota, no encontraba sus tiros. Fue muy difícil el comienzo pero se sobrepuso. Es muy difícil una final, con el marco de público, con Federer… y se sobrepuso, luchó, buscó. Le encuentra la vuelta en el 3-1 del segundo set, que le quiebra el saque y vuelve a recuperar el quiebre que había sufrido al principio. Ahí apretó el puño y creo que ahí cambió el partido; en ese lugar cambió el partido. Comenzó a luchar, a ver que se podía. Después que gana el tie break en el segundo set yo dije: bueno… acá se da, se puede. Juan se pone arriba 4-3 con el saque pero pierde el saque entero en cero. Gana Federer el de él y después Juan Martín hace dos doble faltas que vos decís: con esos errores a Federer no le ganás. En el cuarto set siguió luchado; se le dio en el tie break y cuando le quiebra el saque a Federer en el segundo game del quinto set pensé: acá hay una ventanita, acá se puede. Después ratificó muy bien su saque y ahí ya se encaminó para la victoria.

- Por momentos a Juan Martín se lo vio muy sólido, pegando muy fuerte el drive…
- Empezó a soltar el brazo y a demostrarle a Federer que quería ganar y creo que Federer lo sintió; perdió la intensidad, perdió todo lo que había hecho y finalmente Juan Martín lo pudo ganar.

- A tu criterio ¿qué significado tiene para Del Potro este triunfo?
- Yo creo que un doble significado; ganarle al mejor del mundo en este torneo, en el lugar en el cual él hacía cinco años que no perdía y ganar el US Open; cumplir un sueño de él de chico. Así que imaginate todas las cosas que le pasaron por la cabeza.

- ¿Pensás que este triunfo marca un antes y un después en la carrera de Juan Martín?
- Siempre hay un antes y un después de algo importante, Yo creo que ahora Juan Martín tiene que estar enfocado a lo que tiene que hacer. Los entrenadores que tiene hoy están para eso; para contenerlo, para marcarle el camino. Están para decirle que hay que seguir trabajando, no bajar los brazos, no aflojar. Que está en un lugar que se lo ganó y está bien merecido y que tiene que seguir trabajando para seguir progresando; ir por más que es el segundo sueño de él: ser número uno del mundo.

Marcelo Gómez nació el 20 de julio de 1970 en Río Cuarto, pero desde los 6 años vive en Tandil. Aprendió a jugar al tenis en la escuela de Pérez Roldán. En la escuela de tenis del Club Independiente de Tandil formó muchos jugadores. Los más destacados además de Juan Martín Del Potro son: Mariano Zabaleta; Juan Mónaco, hoy Nº 37 en el ranking ATP; Máximo González, Nº 69; Diego Junqueira, Nº 153.

- Siempre le tuviste confianza a Juan Martín; hace unos cuantos años decías que iba a estar entre los diez mejores del mundo, hoy está entre los cinco mejores…

- Sí; siempre le tuve confianza, desde que empezó a jugar los primeros “Futuros” (torneos menores), la verdad que siempre trabajé para eso. Siempre pensé que el objetivo era que estuviera entre los diez mejores del mundo y que algún día hiciera lo que está haciendo hoy. Son cosas que se dan, que es mérito del jugador. Uno trabaja para que esto suceda; si se trabaja con seriedad y hay talento se pueden dar las cosas.

- Vos entrenaste a Del Potro hasta el 2007 ¿por qué dejaste en entrenarlo?
- Porque Juan tenía que dar un salto de calidad, estaba 53 del mundo. Él buscaba más contención; había empezado a buscar cosas que por ahí yo no le podía dar, que era mayor asistencia, viajar más, estar más. Y sobre todo pensábamos que yo no tenía la experiencia de los grandes torneos y había gente que la tenía; se decidió por Franco Davín que era gente de Tandil y del club.

Franco Davín nació en Pehuajó y se formó tenísticamente en su ciudad natal hasta los 13 años, cuando se suma a la escuela de Pérez Roldán en Tandil. Por esos años forma un exitoso cuarteto junto a Guillermo y Mariana Pérez Roldán y a Patricia Tarabini. Davín se retiró del tenis en 1998. Uno de sus mayores logros como entrenador fue cuando Gastón Gaudio ganó Roland Garros en 2004 y ahora este US Open entrenando a Juan Martín Del Potro.

- ¿Qué pensás que le dio Davín?
- Franco le dio la tranquilidad que necesitaba en ese momento; le marcó un poco el camino del trabajo y de seguir insistiendo. Y básicamente de transmitirle la experiencia que había vivido con (Gastón) Gaudio en Roland Garros. Juan Martín confió en él; pienso que es lo más importante es que un jugador te tenga fe, y la verdad que se trabajó muy bien y los resultados están a la vista.

- Mientras tanto, vos seguís entrenando chicos en Tandil…
- Sí, trabajando a full y tratando día a día de sacar algún jugador.

- ¿Y ves alguno que está en camino, quizás no como Juan Martín pero que puede llegar a estar entre los cien mejores del mundo?
- La idea es esa; se trabaja para que los chicos puedan llegar a estar entre los cien. Y sí, hay chicos que están trabajando bien, que son chicos, que son jóvenes; que quieren, que tienen un espejo como Juan Martín que es muy importante, después con el tiempo y lo que ellos pongan se verá si lo pueden lograr.


- ¿Qué responsabilidad tenés vos en esa escuela que se ha formado en Tandil y que tiene prestigio internacional en el tenis?
- Y… yo creo que uno es casualidad, dos no tanto, tres menos... (risas) Es trabajo de muchos años; formar un jugador te lleva 10 ó 12 años de trabajo y hace mucho que estoy haciendo esto; trabajando con los chicos. Tengo una línea de trabajo; sé para dónde hay que ir, sé lo que hay que hacer y fruto de este trabajo son todos estos chicos que han salido, que hoy nos representan en el mundo y que hacen quedar muy bien a la escuela del club.




Claudio Carraud
ccarraud@hotmail.com

1 comentario:

sonia dijo...

hola marcelo y felicitaciones, te vi en la tele y te conoci, me acorde cuando contabas que dabas tenis en tandil, soy sonia gigli de chabas, santa fe, compartimos vacaciones en mar del plata por el 90, yo con amigas y vos con mariano acosta y ramon, una alegria saber de vos despues de tanto tiempo, besos, suerte y saludos te 03464-15691909