viernes, 9 de octubre de 2009

Marcos Sastre, una vida dedicada a la cultura y la educación

Marcos Sastre es, tal vez, uno de esos personajes de la historia relegados, olvidados, o por lo menos no tan reconocidos como debería. Fue el mayor propulsor de la educación pública, antes que Domingo Faustino Sarmiento.

Sastre -educador, periodista, escritor, librero y pintor- fue un hombre indiscutiblemente ligado a la cultura argentina aunque sin ser argentino de nacimiento.

Marcos Sastre nació en Montevideo el 2 de octubre de 1808 (algunos autores lo dan nacido en 1809, es decir que el viernes próximo se cumplirían 200 años) y en la capital uruguaya pasó sus primeros años de vida. Cuando tenía 8 años, su familia se trasladó por un corto tiempo a Concepción del Uruguay y luego a Santa Fe. Estudió en el colegio Montserrat de Córdoba y en 1827 obtiene una beca para estudiar dibujo y pintura en Buenos Aires. Cuando vuelve a Córdoba se doctora en Filosofía.

En 1831 se casó con Jenara de Aramburu, con quien tuvo 12 hijos. Por estos años Sastre se dedica a la atención de su familia aunque se empieza a vislumbrar al Sastre educador de los años venideros.

Con un profundo apego a los libros abre, hacia 1833, la “Librería Argentina” en Buenos Aires que con el tiempo dio sus frutos. Sastre logra ampliar el local y en 1937 funda el “Salón Literario” donde había una importante biblioteca que se podía consultar; allí se reunían periódicamente los miembros de la sociedad culta de Buenos Aires. En este lugar se concurrían escritores e intelectuales de la época que brindaban conferencias y charlas. Juan Bautista Alberdi, Vicente Fidel López, Juan María Gutiérrez, José Mármol, Esteban Echeverría fueron algunos de los que pronunciaron un discurso el día de la inauguración del “Salón Literario”. Ese día, Marcos Sastre realizó una alocución que tituló “Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina”.

El “Salón Literario” tuvo una vida efímera, ya que al año siguiente, por cuestiones políticas –en pleno régimen rosista- se anunció el cierre de la librería y del salón. Sus integrantes se reagruparon en una sociedad secreta llamada la “Asociación de Mayo” que logra influenciar el desarrollo político y cultural de esos años.

Luego del cierre de la librería, Sastre se retira a vivir a una quinta de su propiedad en la localidad de San Fernando, cerca de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, donde se dedica a su familia y a la pintura. Para poder vivir, se dedica a cuidar su huerta y a la crianza de ovinos. De ahí proviene su libro “De la cría de las ovejas y refinamiento de las lanas” (este libro fue traducido al alemán en el año 1837), y funda una de las primeras escuelas de la zona de San Fernando dedicada a promover la lectura entre los más jóvenes

Por esos años, viviendo cerca del delta, con la impronta cotidiana de la naturaleza, concibe la idea de escribir su obra máxima llamada “El Tempe Argentino”, que vería la luz muchos años después, en 1858, aunque Sastre ya había dado a conocer algún escrito sobre el delta argentino.

Sus libros
“El Tempe Argentino” es una obra científica sobre el delta y tuvo en su época más ediciones que el “Facundo” de Sarmiento. El libro, de una enorme repercusión entre los hombres de letras del momento, fue ilustrado por el mismo Sastre con bellos grabados e incluyó poesías, como la escrita por Bartolomé Mitre, dedicada al ombú.

“El Tempe Argentino” escrito con una prosa cuidada, es una obra destacada por sus contenidos. Algunos estudiosos han puesto a Marcos Sastre a la altura de otros grandes naturalistas como Francisco Javier Muñiz y Guillermo Enrique Hudson.

Tempe es un valle de Grecia, en la región de Tesalia, situado entre los montes Olimpo. Tradicionalmente se le llama Tempe a la sección inferior donde el río Peneo formaba una laguna y en la actualidad forma un pequeño delta antes de desembocar en el mar Egeo. Este lugar es de una notable belleza paisajística; Marcos Sastre hizo un paralelismo entre ese delta y el delta argentino y de ahí el nombre de El Tempe Argentino para denominar al delta del Paraná.

Nueve años antes de escribir “El Tempe Argentino”, Marcos Sastre publicó, en 1849 cuando vivía en Santa Fe, la primera edición de la “Anagnosia”. La Anagnosia es un método para aprender a leer rápidamente, cosa que Sastre consideraba muy importante ante el analfabetismo existente en el país. Fue libro de texto en las escuelas de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Sus ediciones se sucedieron rápidamente hasta llegar a imprimir varios centenares de miles. Hasta comienzos del siglo pasado, la Anagnosia se empleaba en las escuelas para aprender a leer.

Marcos Sastre en Entre Ríos
Hacia 1849, Marcos Sastre emigra hacia Santa Fe donde el gobernador Pascual Echagüe lo recibe. Allí redacta el prospecto del Colegio San Jerónimo y se dedica al periodismo. Un año más tarde es nombrado Inspector General de Escuelas de la Provincia de Entre Ríos, por el general Justo José de Urquiza. Bajo este cargo organiza colegios de varones y mujeres y escribe el Reglamento General para las escuelas de educación en Estados de Entre Ríos (Concepción del Uruguay, Imprenta del Colegio, 1852). En este documento se expone por primera vez en el país, en forma orgánica, un concepto de educación y de la función de la escuela.

Continúa por esos años con su labor periodística, pues se le encarga la responsabilidad de la redacción de “El Federal Entrerriano”.

Luego de la batalla de Caseros, cuando Urquiza entra en Buenos Aires, Sastre es designado director de la Biblioteca y Regente de la Escuela Normal, pero un tiempo después es encarcelado -por un breve tiempo- debido a una acusación política y debe dedicarse a dar lecciones privadas para poder subsistir.

De vuelta en Buenos Aires
Hacia 1856 cuando Sarmiento es designado Jefe del Departamento de Escuelas, el Gobernador Valentín Alsina nombra a Marcos Sastre Inspector General de Escuelas. Es ahí cuando, desde su cargo, se vincula y colabora con el autor de “Facundo”.

Sastre fue miembro de la Sociedad Amigos de la Historia Natural, del Instituto Histórico Geográfico, del Consejo de Instrucción Pública, Director de Escuelas de la Municipalidad de Buenos Aires y Decano de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, cargo que deja en 1877.

Años más tarde, vuelve a abrir una librería en Buenos Aires, hacia 1891, y al año siguiente es designado, por el Presidente Julio Argentino Roca, Miembro del Consejo Nacional de Educación.

El 15 de febrero de 1897 Sastre fallece en una quinta del barrio de Belgrano en Buenos Aires. Sus restos fueron depositados en el segundo cementerio que tuvo la ciudad, dónde hoy está la plaza que lleva su nombre en el barrio de Villa Urquiza.

Marcos Sastre será recordado por tres aspectos de su vida; como educador, como creador del “Salón Literario” y como autor de la “Anagnosia” y “El Tempe Argentino”.
Claudio Carraud

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